Adiós Taehyung. Libro 2

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UN DÍA DESPUÉS

Al fin estaba en Corea del Sur. Nuestro viaje a Japón había sido exitoso, conseguimos mucha información nueva y relevante y acabamos con algunos grupos que nos venían dando problemas desde hace mucho.

Llegamos al país pasando el mediodía. Luego de separarme de Juhan, tomé mi auto para ir a la dirección que le había pedido a Tn que fuera.

La dirección daba a un apartamento en el distrito de Yongsan. Viviría ahí solo a partir de esta semana. ¿Mi principal razón? La seguridad de mi familia.

Con la información que obtuve en Japón, me hizo darme cuenta que no estaba siendo precavido como debía y estaba poniendo en riesgo a mi familia, alguien podría ir a buscarme a mi propia casa y ellos saldrían afectados. Los Yakuza se aseguraron de recalcarme que siempre estaba siendo vigilado, incluso camino al apartamento podía estar siendo perseguido, y yo no me daría cuenta.

Llegué al edificio y subí con un pequeño ramo de rosas. Entré sigilosamente y pude apreciar a Tn observando el lugar, hacía expresiones tiernas, parecía estar encantada con el lugar.

En un descuido, caminé hacia ella y la abracé por detrás, con una sola mano, provocándole un pequeño brinco. Antes que pudiera reaccionar y defenderse a puño cerrado, le hablé para que pudiera reconocer que se trataba de mí.

V: ya estoy aquí, princesa.

[narra tn]

Toda la adrenalina se disipó justamente después de oír su voz. Respiré profundamente y quité su mano de mi cintura mientras daba la vuelta para verlo de frente.

Me regaló su sonrisa rectangular.

Tn: ... eres un tonto, ¡me asustaste! —rió y golpeé su hombro— no vuelvas a hacer eso.

V: lo prometo —sacó un ramo de rosas detrás de su espalda— ¿me perdonas?

Tn: ... —bufé— chico astuto —reímos y tomé el ramo antes de abrazarlo— te extrañé mucho~.

V: yo también —me vio y besó mi mejilla— y lamento lo de Jeju y_

Tn: eso ya quedó en el pasado, no estoy molesta —sonrió leve y besó mis labios— ¿todo bien en Japón?

V: ... sí, todo salió bien —volvió a sonreír en un tono apagado, no era buena señal— te contaré después, ahorita cambiemos tema, ¿Qué te parece este lugar?

Tn: .... Bien. Está muy lindo. Se ve elegante, muy V —rió— ¿compraste este lugar? —asintió y me sorprendí— no preguntaba en serio. ¿Vivirás aquí ahora?

V: sí, viviré aquí a partir de esta semana.

Tn: ¿a qué se debe? A ti te encanta estar en casa con tu familia aunque, claro, el trabajo te lo impide mucho.

V: siento que es hora que vaya independizándome. Pronto viviremos juntos, quiero adaptarme a vivir sin mi familia.

Tn: ... oye, yo no te prohibiré visitar tu familia. Además, estamos en el mismo distrito, no es que jamás vayas a verlos de nuevo —rió y le seguí— no es excusa para mudarte.

V: me queda más cerca del trabajo. Sabes que el tráfico por la mañana es muy pesado, debo madrugar mucho y no me gusta.

Tn: jum, sí, es un buen punto.

V: y también, el lugar está cerca de tu empresa. Puedo ir por ti cuando quieras o puedes venir aquí después del trabajo, como tú desees. La puerta tendrá tu huella dactilar para que puedas entrar aunque no esté aquí.