Adiós Taehyung. Libro 2

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V: Juhan —volvió al igual que los demás agentes y todos reverenciaron— ya estoy aquí, ¿el hombre ha logrado ha_ ... blar —vi al hombre, supuesto doctor de Tn, en el cuarto de interrogaciones, atado a una silla, realmente golpeado, con la cabeza abajo y sonriendo de vez en cuando— ¿está delirando?

Juhan: intentamos de todo, no logramos que hable

James: está hablando con la psicóloga, tal como lo pidió, pero tampoco logra obtener algo concreto del estado de Tn.

V: ... —suspiré, estaba preocupado— voy a entrar.

James: aguarde —me detuvo— use esto —se quitó su chaleco y me lo puso a mí— ya lo revisamos, pero no sabemos si tiene un truco bajo su manga.

V: ... gracias —hizo el saludo y se alejó—

Entré y el hombre no levantó la mirada, no le importó mi presencia ni le preocupó saber quién había entrado.

Psicóloga: señor Taehyung —fue ahí donde el doctor dejó de sonreír y me vio. Se me hacía familiar—

V: hola.

Dr: vaya vaya, señor Taehyung —habló sarcásticamente— ¿su familia está bien?

V: ... sí, gracias por preguntar —sonrió ladinamente—

Dr: ¿qué tal su nuevo doctor?

V: ... —lo recordé— ah, tú fuiste el antiguo doctor de la familia.

Dr: ouch, ¿no me recordaba? Me olvidó muy pronto.

V: fue hace tres años. No cumpliste tu rol, por eso fuiste reemplazado... y te aliaste con nuestro enemigo —sonrió— ¿tú eres el que atiende a Tn?

Dr: no lo sé, ¿su novia está herida?

V: ya deja de jugar conmigo, habla antes que mueras —rió—

Dr: uf, tanto golpe creo que me hizo perder la memoria. Park tn, Park Tn, la bella Park Tn... ¿habrá sido la chica que cubrí ayer? Me pareció muy familiar —apreté mi puño con fuerza y se me hizo un nudo en la garganta. Sabía que estaba mintiendo, pero no estaba para soportar sus bromas de mal gusto—

V: abre la boca para decir la verdad, no escupir estupideces.

Dr: no son estupideces, ¿no es tu novia la que usa una tobillera?

V: ... —vi a la psicóloga y asintió. Volví a ver al doctor— ¿qué más usa?

Dr: usa un collar lujoso, fino... tiene bonitas manos... y piel.

Psicóloga: ¿la viste hoy por última vez?

Doctor: la vi ayer... muerta.

Psicóloga: ¿está muerta?

Dr: ... —sonrió— lo siento.

Psicóloga: ¿crees que tiene bonita piel?

Dr: uf, sí. Seguramente se ve más hermosa cuando se broncea.

Psicóloga: sigue viva —se puso de pie y el doctor frunció el ceño—

Dr: acabo de decir que está muerta. ¿Crees que por ser psicóloga sabes diferenciar entre verdad y mentira?

Psicóloga: psicóloga especializada en criminología y hasta un pasante puede descifrarte. Hablaste en presente de ella. Si estuviera muerta, hubieras hablado en tiempo pasado —escuchar eso me alivió un poco—

Dr: sin mí no podrá sobrevivir. Está muy lastimada, el accidente la dejó mal.

V: ¿qué accidente?