Keitaro Yasuda, es una chica de 14 años que deambula por la calles de Tokyo buscando defender a las chicas de acosadores o pervertidos. Adoptando una constante imagen de chico logra vencer a sus oponentes sin que estos la subestimen por ser mujer, g...
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Narra Mitsuya.
No lograba entender nada de lo que había pasado, acababa de conocer a una nueva leyenda de las calles, pero no fue como imaginé que sería; ni siquiera físicamente era como pensé que sería, no entiendo nada. Luego de llegar a casa, dejé a mis hermanas haciendo sus tareas de clase mientras comenzaba a hacer la cena. Mana no paraba de hablar sobre Kei y lo genial que era, que quería volver a verla y que era su nueva amiga.
— Mana, no te veo avanzar en tu tarea y no desconcentres a Luna. — ella solo respondió mostrándome su lengua, para seguir con su tarea en silencio.
Solo puedo pensar que si dejó en ella una idea tan buena, debe ser una buena persona, no muchos llevarían a una niña a encontrar a su familia, menos si esta no quiere volver con ellos, pero ella lo consiguió.
Mientras llevo la comida a la mesa un montón de preguntas surgen en mi mente sobre esta persona ¿Por qué mantiene ese perfil masculino? ¿Cómo fue que entró al mundo de las peleas? ¿Cómo sin una pandilla ha sido capaz de ganar tanto respeto? Pero más me intrigaba ¿cómo un cuerpo tan delgado como el de Kei puede contener tanta fuerza como para derribar un grupo de 5 matones no menores en físico sin ayuda? Supongo que esta es una de las cosas que podría reportar en la Touman, medité mientras junto a mis hermanas comíamos nuestra cena entre pequeñas charlas sin sentido.
Cuando las niñas se durmieron, salgo de casa camino al santuario para poder reunirme con los chicos, junto al ronroneo del motor acelerando soy capaz de divisar una gran cantidad de luces provenientes del lugar, ellos ya habían llegado y el ruido de los motores dejaba en claro la presencia de la pandilla. Una sonrisa se asomó en mi rostro al admirar el panorama, la pandilla había crecido tanto en tan poco tiempo que hacía que mi corazón se hiciera un poco más grande en mi pecho. Ya en el círculo avanzo lentamente intentando localizar a Mikey o a Draken, el cual inevitablemente estará con el presidente.
— Mitsuya, al fin llegas. — exclama el presidente mientras mueve su mano en forma de saludo.
Al escuchar al pequeño rubio los líderes de escuadrón que se encontraban con él me saludan alegremente. Luego de integrarme y saludar a todos, espero el momento para decir lo que rondaba por mi mente.
— Hoy me encontré con Kei, "la sombra Kei". — dije esporádicamente mientras el grupo se reía de una broma dicha por Smiley.
— ¿¡Te encontraste con "la sombra Kei"!? — pregunta exaltado Chifuyu, el cual es acallado por un codazo en el estómago por parte de Baji, ocasionado que pierda el aliento y le dé una mirada amenazante al causante.
— ¿Te enfrentaste a él? — pregunta Pah-chin, con real interés.
— No, de hecho ayudó a Mana a volver conmigo cuando se escapó de la tienda.
— Entonces es un buen chico, es bueno saberlo, pensaba que teníamos un nuevo enemigo. No tiendes a nombrar a personas a menos de tener algo en mente, Mitsuya. — dice Mikey mientras me mira sin apartar la mirada.
