Capítulo 5: Toma de Decisiones

949 159 18
                                    


Un dolor punzante en mi rostro comenzaba a molestarme, una parte de mi quería seguir descansando, sentía el cuerpo pesado y sabía que mi fuerza no se había recuperado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un dolor punzante en mi rostro comenzaba a molestarme, una parte de mi quería seguir descansando, sentía el cuerpo pesado y sabía que mi fuerza no se había recuperado. Intenté mover mi cuerpo y la respuesta fueron una seguidilla de punzadas y dolor muscular. Cuando intento abrir mi boca descubrí que se encontraba realmente seca, casi no era capaz de tragar y en mi garganta se instalaba un fuerte sabor metálico que tan bien conocía. Intenté abrir mis ojos y solo uno respondió, cuando llevo una mano a mi ojo izquierdo, puedo notar que un parche lo tapa, estoy sentada en el mismo sillón que Kawata-san me había dejado, pero sentía unas vendas en mi abdomen y apósitos en mi rostro. La luz de la sala era baja, iluminada solo con una lampara de luz pequeña y la radio de mi compañera se encontraba reproduciendo su música latina a un volumen muy suave, mi vista intenta encontrar rastros de ella, encontrándola recostada en el sofá de 2 partes destapada. Miro mi cuerpo para encontrar una cálida manta abrigando mi cuerpo, siempre es tan despreocupada por ella y tan cuidadosa con el resto.

— Tonta. — dije un pequeño susurro mientras con gran esfuerzo me logro colocar de pie. Tapo a Camila con la manta que tenía sobre mi.

Camino a la cocina por un anhelado vaso de agua, bueno, quizás una jarra. Debo ser realmente inútil porque en mi intento de no hacer ruido, mi sudadera se enreda a una silla y termino en el suelo con la silla haciendo un gran estruendo.

— Kei-chan. — escucho como de forma preocupada Camila se levanta y corre en la dirección del ruido.

— Estoy bien, solo no quería despertarte.

— Si, la sutileza no es lo tuyo. — la chica se acerca a mi y me ayuda a levantarme. — ¿Qué querías hacer?

— Agua, tengo sabor a sangre en la boca, lo odio. — la morena me ayuda a llegar a la cocina, me deja apoyada en la encimera para luego entregarme un vaso lleno del ansiado liquido transparente.

Sin respirar tragué el total del contenido en segundos, se lo extiendo pidiendo más a lo que ella sin decir nada lo hace, cuando ya mi garganta se encontraba lisa dejo el vaso a mi lado sobre la encimera.

— ¿Me vas a decir lo que pasó? Y ¿Quién era el chico que te trajo? — sus palabras eran suaves y preocupadas, normalmente se comportaba de esa forma cuando llegaba muy mal a su casa.

— La verdad del chico no sé mucho, solo su nombre. — dije algo avergonzada mientras me rascaba el cuello evitando su mirada. — me encontró tirada en la calle y me ayudó. — dije mirando el piso de la cocina. — tengo que reconocer que le debo mucho.

— Tenía una cara que daba mucho miedo. — dice ella volviendo a su dramatismo natural. — cuando los vi no sabía si morir de miedo por tu cara o la suya.

Me rio un poco. — ¿Tan mal me veo?

— Bueno, tu ojo no ayuda, si que te sacaron la mierda en ese pelea. — escucho como se ríe y le golpeo el hombro en forma de broma.

Oculta ║ Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora