Capítulo 18

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Meses después...

Gael

La orden de mi tío Gino era clara, nuestros dos años empezaban a partir de este instante. En mi caso no tuvo en cuenta que me fui antes para la organización del personal. Para él, fue una decisión mía que en nada tenía que ver con la suya.

No me interesaba.

En este momento si me decían que debía durar diez años, yo los haría feliz, contaba con buena compañía para hacerlo. Solo a dos de nosotros esa ley no aplicaba, Gerald porque su sede fue la primera en entregarse y a Guido porque aún está estudiando. Observo a Gianni quien la noticia parece encantarle y a mi hermano quien no está feliz.

El esperaba que la sede que le correspondiera fuera la de Dublín, tenía una chica en ese lugar con una relación un poco tóxica. Se separan y volvían luego de unos meses, así había sido desde que tenía ambos veintiuno.

Acabarían mal, entiéndase casados, ambos eran igual de tóxicos e irresponsables.

—Espero sean conscientes de la responsabilidad que tienen en sus manos —Nos dice con voz pausada el tío Gino.

Es evidente lo afectado que está por la salud de Gabriela, quien sigue en coma. Su evolución es lenta, Gino su hermano, se ha encargado personalmente de ella y eso ha hecho a sus padres estén optimistas; sin embargo, el peligro está allí, el miedo a perderla también o que al despertar sepamos que los disparos recibidos dejaron secuelas difíciles de curar.

En estos meses ha envejecido varios años, parece haber entrado en una capsula y salir de ella años después. El tío no solo no se ve bien, actúa como alguien que no lo está y si nuestra prima no sale de esta no lo va a soportar.

—Y no me refiero a la sede que, aunque importante, para nosotros no lo es tanto como nuestro compromiso con la sociedad —continúa diciendo —somos Doyle-Turner y como tales debemos comportarnos —termina entregando las llaves de cada sede como un acto simbólico.

La reunión la ofició en un consultorio de la clínica en donde se encuentra Gabriela, propiedad de Tanned Duncan, sitio que se ha convertido en su segundo hogar. Solo Gerald ha faltado, aunque ha estado muy al pendiente de todos. Gadien mira la llave con enfado, Guido con curiosidad y Gianni sus ojos brillan al hacerlo.

—¿Me está diciendo que estuve once meses en esa ciudad infernal por nada? —protesta y bajo el rostro al no poder aguantar la risa —¿Tiene idea de lo tóxico que resulta para mí vivir allí? Viva la reina y a la mierda la reina —escupe de mal humor.

No se ha detenido a pensar a quien le habla, tampoco en que el tío Gino no es un hombre prudente en este instante. Sin embargo y contra todo pronóstico, sonríe ante la violencia de sus palabras.

—Ninguna fémina te sigue ¿verdad? —pregunta y todos nos quedamos mirando a Gadien en espera que diga algo, pero solo bufa—aquí has puesto en aprietos a tus padres sorteando a chicas que se creyeron tus mentiras, a tu hermano porque la mitad de ellas le has dicho que es él.

—Del único lugar en donde no le ha salido novia es del cielo —el tío Guido sonríe y mi hermano resopla molesto —deberías llevarte una de aquí.

—No le des idea —refuta papá —ya tengo suficiente... es hora que madurez. —le advierte.

—¡No puedo! —habla alzando los brazos de manera teatral —hay demasiada belleza en el mundo para madurar o podrirme al lado de una sola de ellas.

—Es un fruto prohibido —responde Gianni y se gana una mirada de odio de su mi hermano, pero la risa. De nuestro primo le devuelve nos contagia.

Mi hermano resulta siendo blanco de nuestras bromas, algo que no parece molestarle pues ríe de igual manera. Gianni le aconseja que debería aprender de su hermano menor. Quien tiene una sola novia desde los 18 y están esperando terminar la carrera para casarse e irse juntos a Dublín.

Un Hombre Perfecto 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora