Zoro
El silencio era tranquilizador, el olor a libros llenaba el lugar y algunos pasos se escuchaban cada tanto dando vueltas por el lugar, dudaba que viniera. Ya habían pasado más de veinte minutos de las nueve y ella no llegaba, no era del tipo de persona que le gustara llegar tarde, así que seguramente no vendría. De cierta forma quería que viniera, quería tener una conversación con ella, una conversación tranquila como la del café. Tal vez no había sido la mejor conversación, pero ella siempre fue de las personas que se mantienen a la defensiva.
"Estoy trabajando, y ya deja de llamarme.", su voz sonó muy dura. La pantalla decía, "Mama". Pregunté, pero ella claramente no respondería, mucho menos algo que tenía que ver con su vida personal. Ella era una persona llena de preguntas, su ser era una pregunta, era misteriosa, ocultaba todo, era tan opaca que ver su verdad era difícil, no podía simplemente intentar de adivinar.
Cualquiera que la hubiera conocido en el bachillerato hubiera dicho que vivía como una reina, que no tenía preocupaciones, que hacia cosas que podrían ser consideradas indecentes por la sociedad. Me enojaba, su comportamiento no era perfecto, e incluso aunque me fastidiara, tenía que aceptar que incluso yo en algún momento la vi con aquellos ojos ciegos ante su brillo opaco. Por eso esperé.
Los minutos seguían pasando, no importaba, hoy no importaba. Me enojaba, pero no importaba. Me tenía que apiadar de ella para hacer este trabajo, y tal vez en el fondo quería saber por qué me producía tanta intriga, siempre me mantenía en un límite tajante entre la verdad y la mentira, no había forma de encontrar el camino, no cuando ella era tan oscura. La gente la juzga, ella no lo escucha. El aula magna no es de lo más silenciosa, las personas seguían buscándole el bache al camino.
Apoyé mi cabeza en la mesa y cerré mis ojos. Realmente estaba tardando... Miré el reloj y suspiré quejoso ante la hora. Pronto empezaría mi siguiente clase. Levanté la cabeza cuando encontré su mirada quejosa frente a mí.
-Te dije que no podía hoy.- Habló molesta a lo que le sonreí jocoso.
-¿Entonces por qué estás aquí?- Pregunté a lo que ella solo rodó los ojos antes de poner un papel sobre la mesa.
- Tengo una clase. No me hables por idioteces, solo si tienes algún reclamo.- Aclaro señalando la hoja sobre la mesa. "Trabajo"
- ¿Ya hiciste la división del trabajo?- Pregunté intentando que mi tono no sonara molesto. Hubiera sido preferible que lo dividiéramos juntos.
-No, solo te anoté en lo que me destaco, si quieres hablar sobre esto ve al café a las ocho.- Habló quejosa antes de darse la vuelta.- Llego tarde, me voy.
- ¿Cuál clase?- Pregunté a lo que ella se volteó levemente hacía mi junto a un suspiro cansado.
- ¿Por qué quieres saberlo?- Su miraba parecía irritada, pero de alguna forma parecía cansada.
- Porque también tengo una clase ahora.- Hablé vagamente mientras juntaba mi bolso y me levantaba.
- ¿Y?
- Tal vez estamos en la misma cátedra.- Me paré a su lado y acomodé la tira de mi bolso en señal de que vayamos juntos.
-Tks...- Chasqueo la lengua molesta y luego abrió la boca para hablar.- Psicología general.- Sus palabras fueron casi suspiradas, parecía que no tenía ganas de discutirme.
- Entonces vamos.- Hablé mientras comenzaba a caminar lentamente para esperar que su paso me siguiera. Extrañamente, y sin resistencia, caminó a mi lado.- ¿Qué carrera estás cursando?- Pregunté solo para entrar en conversación, esperaba no le moleste decirme...
- Medicina.- Sus respuestas eran secas, pero por lo menos eran respuestas y eso era un gran avance.
- Claro, tenemos bastantes cátedras juntos.- Pensé un momento y lo conté con mis dedos.- Creo que son tres...
- Cuatro.- Le miré confundido, pero ella no sé voltio hacia mí.- Profesorado en educación física, ¿verdad?- Preguntó a lo que asentí.- Son cuatro materias. Psicología general, Anatomía, Formación para la salud e informática, no estoy segura si debes cursar inglés...- Su voz sonaba suave, era agradable de escuchar cuando no estaba a la defensiva, pero era como un campo minado, cosas básicas de la línea, no se puede atravesar.
- No, no curso inglés. Pero tampoco es mi fuerte, así que no me molesta.- El cielo estaba muy claro afuera, por un momento creí ver que sus ojos se entrecerraron ante la luz.
- Te hubiera servido. Mucha información importante sobre investigaciones, tesis y descubrimientos se encuentra en inglés.- Su cabeza parecía llena de información...
- Supongo que sí...- No sabía que responder a sus palabras.- Abrí la puerta principal y ella entró para seguir caminando hasta el aula.- ¿Eres buena en inglés?
- Yes, I think I'm pretty good, but there is vocabulary that I need to learn.- Le miré confundido, pero ella no se molestó en traducir lo que dijo... Eran pequeñas cosas, pequeñas cosas en su comportamiento que me la ponían difícil.
- Ya veo...- Abrió la puerta al aula y entró en silencio dejando la puerta abierta para mí. Pasé y vi como todo el mundo estaba concentrado en lo que el profesor decía, habíamos llegado tarde. Fui a su lado y dejé mi bolso antes de sentarme.
- ¿Por qué te sientas a mi lado?- Preguntó quejosa mientras empujaba mi bolso, pero lo sostuve antes de que callera al suelo.
- Porque quiero.- Respondí y me senté a su lado. Ella suspiró y no se apartó. Era tan terca que no cedería en alejarse ella de mí, simplemente se quedaría allí.
- Que cansador eres.- Habló suspirando mientras sacaba un bock de hojas de su bolso junto a un lápiz decorado con un estampado de rosas.
- Supongo que lo soy.- Solté sin darle importancia mientras sacaba mi anotador y una lapicera.
- Puedes irte si quieres.- Suspiró molesta.
- No quiero.- Volví a responder sin esfuerzo.
- ¿Por qué?- Su pregunta no variaba mucho, "¿Por qué?", ¿acaso debía haber una razón para querer permanecer a su lado? Tal vez la tenía pero ni yo mismo la sabia.
- Porque sí.
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La vi desde lejos, de alguna forma ella siempre fue fácil de visualizar. Caminé hasta el café y abrí la puerta logrando que su mirada se posara en mí. Su mirada parecía incluso más cansada que en la mañana... Me acerqué mientras ella le preparaba a un café a un cliente, ya casi era hora de cerrar, pero al parecer quedaban unos pocos clientes que atender.
- ¿Mucho trabajo?- Pregunté al acercarme, pero ella no respondió.
- ¡No pagaré eso por un café! ¿Acaso esto es una estafa?- El cliente a mi lado se estaba quejando.
- Señor, los precios son así, no puedo hacer nada al respecto.- Ella respondió con tranquilidad, casi al punto de que no le importara lo que estuviera diciendo.
- Llama a tu gerente, quiero hablar con él.- Estaba siendo muy hostil para quejarse sobre el precio de un café.- ¿Escuchaste, o acaso eres sorda?
- Yo soy la gerenta, señor. O paga, o se puede retirar sin nada.- Sus palabras fueron fuertes y secas mientras apoyaba el café sobre el mostrador.
- Maldita, per...- Ese estúpido viejo no sabía con quién se estaba metiendo.
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A mano- Zoro y Tu
RandomSeamos sinceros. Yo era la reina, solo que nadie aquí parecía saberlo. Este estúpido lugar no era para mí. No era importante, exigente, con influencia, ni siquiera tenía un campus decente, pero me convenía estar aquí y realmente no cambiaría de pare...