el papel... tenía su número. "No me interesa, solo avísame cuando tengas la información". Tenía linda letra... Una cursiva enrulada y entendible, no como la de Perona... Había anotado todo, y cuando me refiero a todo es todo, un título, ítems con los temas, la distribución del trabajo, la información importante que debería recolectar, y los días donde ella estaba disponible para trabajar juntos. Realmente no entendía en que momento ni como había escrito todo eso tan prolijo y rápido, no me sorprendía de ella, pero aun así era algo increíble.
Pasé todo el fin de semana recolectando información en la biblioteca, tenía todo listo, solo faltaba lo más importante, avisarle. Realmente lo único que tenía que hacer era enviarle un mensaje, sin embargo, no lo hice. Intenté todo lo que pude y el lunes se me estaba pasando buscando alternativas, buscándola en el aula magna o en la cafetería, pero no la vi en ningún lugar. Tomé tantos apuntes como pude de aquella clase, si tenía la oportunidad le haría una copia. No era algo que necesitara hacer, simplemente estaba aburrido y practicar la caligrafía no era una mala idea.
El aula había quedado vacía... "Puedo los sábados y domingos, martes y miércoles por la tarde, los viernes en la mañana. Lo demás está ocupado". Por momentos la pregunta de que estaba haciendo un lunes por la mañana vino a mi mente, si no tenía clases... ¿Acaso estudiaba sola en su casa? Tal vez tenía trabajo, pero pasé temprano por el café y no estaba allí. ¿Tal vez tenía otro trabajo?
Terminé de escribir la última palabra lo más enrulada y prolija que había logrado hacer, aunque no estaba a su nivel. De todas formas era un avancé y aunque no estaba satisfecho sonreí orgulloso con el resultado antes de tomar el celular entre mis manos para ver la hora. Ya casi era medio día y le había dicho a esa maldita que iría a comer con ellos hoy, no era algo que me agradara. Se la pasaba molestando con sus peluches, era tan infantil que todavía no podía creer que fuera mayor que yo.
- Que molestia...- Suspiré con pesadez recostándome sobre la mesa antes de abrir el calendario esperando tener algo que me sirviera de excusa para faltar.
Lunes. Los lunes había clase de educación física en el bachillerato. Recordar aquellas charlas solo lograba deprimirme. No entendía por qué, pero todo me parecía tan lejano, algunas cosas me hacían confundir, sus palabras eran confusas, pero siempre terminaba siendo algo agradable. Excepto cuando despertaba y me daba cuenta de que ella se había ido. Me preguntaba si al menos alguna vez me había visto, como mínimo mientras dormía.
"No sé cómo es que estás aquí, pero por tu culpa mi plan se desmoronó completamente", cuando dijo eso pensé que sí me había reconocido... ¡Pero esa no era la forma de hablarle a alguien con quien estuviste tanto tiempo compartiendo cosas! ¿¡No!? Simplemente, no la entendía... De todas maneras, ella nunca me había visto, ni una sola vez y todavía no entendía sus palabras. "Porque no quiero juzgarte", ella siempre terminaba por analizar todo de una forma totalmente innecesaria. No podía decir que la conocía, porque no la conocía, pero podía decir que... hubiera deseado que en aquel momento me juzgara con sus ojos.
Estaba reflexionando demasiado sobre eso así que solo guardé todo en la mochila y la coloqué en mi espalda antes de caminar hacia la salida. Realmente... Los lunes eran de lo peor en la universidad, no tenía ninguna base para justificarlo, pero tampoco me interesaba hacerlo. Terminaría por enviarle un mensaje así que no sabía ni de que me preocupaba.
Caminé por el campus cuestionándome si decirle a Perona que no iría, pero justo cuando pensaba apagar el celular para que no pudiera llamarme este comenzó a vibrar en mi mano. Refunfuñe en un susurro antes de atender, ignorarla sería aún peor.
- Maldición. ¿Aún estás perdiendo el tiempo? No te perdiste, ¿o sí? Aunque perderte en un campus tan pequeño debe ser un problema.- Soltó del otro lado con su voz chillona y molesta desde que atendí.
- Maldita... ¡Claro que no me perdí! - Me quejé mirando a mis lados para asegurarme.
- De todos modos ya estoy en la entrada. Vine a buscarte. Mihawk quiere que almorcemos con él.- Habló logrando que suspirara.- ¡Y esta vez no te salvaras! ¿¡Sabes lo incómodo que es el silencio cuando estoy sola con él!? Creo que sigue enojado conmigo...
-¡Te digo en serio!
- No está enojado contigo.- Hablé intentando tapar los murmullos de los dos chicos que hablaban detrás de mí. - Solo que...
- Además, es supersexy, ¿la viste?
- Lástima que hoy no vino... Tal vez si le preguntan aceptaría acostarse conmigo.
- Sí, claro, idiota. ¡Como si eso fuera posible!- Sus risas y tonterías eran tan estrepitosas que hasta Perona podía escucharlos.
-¿Quiénes hablan? ¿Tus amigos?- Su interrogatorio empezó del otro lado logrando que rodara los ojos.
- No son mis amigos. Solo son unos idiotas.- Solté a lo que ella suspiró.
- Idiotas.- Su queja logro que sonriera.
- Sí, unos idiotas.- Hablé otra vez resaltando la palabra "idiotas" mientras pasaba por su lado mirándoles directamente.
- Como sea, te espero en la entrada. ¡Más te vale venir!- Aclaró antes de cortar y dejarme con todos los murmullos de esos malditos rodeándome.
-¿Idiotas?- Uno pregunto de una manera que parecía intentar intimidarme, aunque solo me recordó a Luffy imitando a Sanji por lo que reí.
- Idiotas... ¿Acaso no se llamaban así?- Pregunté ahogando mi risa.
- ¡Oh, vamos, amigo! Tú también la viste, ¿verdad, peliverde? Está en tu cátedra.- Habló otro tranquilamente intentando que me metiera en su royo para no generar problemas.
- No creo conocerla.- Evité por completo a lo que por detrás de mí el tercero me rodeo el hombro.
- ¿Como que no? Roronoa, ella tiene un proyecto contigo, ¿no es verdad?- Su pregunta logro que cayera en que hablaban de T/N otra vez.- Si no te molesta, ¿quieres cambiar de compañero?
- El profesor asigno los grupos.- Aclaré intentando evitar cualquier cosa que dijera. De todas formas no me concernía...
- Ese viejo no debe tener nada anotado, además, yo puedo encargarme de eso.- Intentó convencerme.- Tú no tienes ninguna oportunidad con ella, deberías aceptarlo.- Idiotas...- Lo sabes, ¿verdad?
- Es verdad, ¿no deberías solo rendirte?
- ¿O sea que tú si?- Pregunté incrédulo.- Idiotas... Y por algo lo dije.- Solté y acomodé bien mi mochila antes de hacer crujir mis nudillos.
-¿Dirás que nunca lo pensaste?- Su pregunta seguía diciendo lo mismo, una y otra vez. "Ella es algo". La veían como un muñeco de aparador, como alguien con quien jugar. Se notaba que no conocían el verdadero carácter de esa bruja, y que siquiera se animarían a conocerlo.
- Lo único que sale de sus bocas son estupideces.- Sonreí antes de advertir como los más cobardes se daban cuenta de a donde iba esto. "Así que. ¿Qué quieres? ¿Qué cumpla con alguno de aquellos estúpidos rumores? O ¿Acaso quieres que me acueste contigo a cambio de tu silencio?", poco a poco iba entendiendo a que se refería con eso. Solo era porque existían personas como ellos...- Tal vez debería cerrárselas.
Y porque existían personas como yo, que bajaban la cabeza.
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A mano- Zoro y Tu
RandomSeamos sinceros. Yo era la reina, solo que nadie aquí parecía saberlo. Este estúpido lugar no era para mí. No era importante, exigente, con influencia, ni siquiera tenía un campus decente, pero me convenía estar aquí y realmente no cambiaría de pare...