Flores (MewGulf)

Sensación

Kaownah se encontraba nervioso, pues hoy le pediría a Turbo que fuera su novio y omega oficial.

Sabía muy bien que ya habían convivido lo suficiente, y que no había necesidad de estar en ese estado pues el lindo omega lo aceptaría sin hacer preguntas. Pero él se mantenía nervioso, pues no siempre te confesabas a tu pareja destinada.

Limpio sus manos sudorosas esperando que el timbre sonará, había preparado una linda cena junto a su hermana.

Y ahora estaba el ahí, rogando que el timbre sonará y a la vez no. Esperando solo unos cuantos minutos, aquel aparato sonó, haciendo que el alfa se sobresaltara. Antes de abrir miro su vestuario, y acomodo algunas cosas que no estuvieran posicionadas en su lugar, así como aliso un poco su camisa caminando a la puerta y rogando que todo saliera bien.

Al abrirla, vio aquel chico que ante sus ojos eran tan hermoso, y sabía que jamás se arrepentiría de lo que le pediría esa noche.

— ¿Vamos a ir a tocar ahí? - preguntó un poco extrañado Bright, pues no era muy común que las escuelas dejarán que sus alumnos se metieran en sitios como los bares.

— Si - dijo el maestro demasiado tranquilo. — En la escuela informaré que tocarán en un asilo de ancianos, sé que es una mentira. Pero dime qué prefieres, ¿Tocar en un asiló con señores y señoras pidiendo que te calles o en un bar para animar a la gente?

— Bueno... - el chico fue interrumpido por el maestro.

— Exacto en un bar, y además por una vez que tomen bajo mi cuidado no ha de pasar nada muchacho, así que no te preocupes.

El maestro se fue dejando pensativo a Bright, ahora entendía por qué el profesor de música era el favorito de muchos. Pero, en fin, el maestro era el que mandaba y si el pedía ir a tocar a un bar él lo haría.

La sonrisa que desprendía Kaownah era demasiado evidente para todos y más al acercarte a él y oler el ligero aroma que le había dejado su omega.

Era más que obvio que su pareja destinada había aceptado estar con él. Y el alfa no podía sentir más que felicidad en cada respiración que producía.

Al llegar a su salón diviso a su amigo, al verlo noto que estaba muy pensativo, él sabía muy que era por la apuesta que habían hecho. Conocía a Mew, el hecho de que fuera un alfa pura sangré provocaba que él y toda su familia fueran orgullosos a más no poder. Pues al ser el primer eslabón de aquella sociedad era un completo horror que un alfa pura sangré perdiera ante cualquier insignificante persona.

—  Si estas tan feliz, solo quiere decir una cosa - dijo Mew sacando de sus pensamientos a su amigo. — Ni porque te quedas pensando logras quitar la sonrisa que tres en tu rostro.

—  Si -asintió muy emocionado su amigo. — He logrado que dijera que sí.

—  Asi que dijeras que logro pues ... - Kaownah lo miro estando al pendiente de lo que le diría. — Ósea no, sabes que él te aceptaría de todas formas, pero aun así muchas felicidades amigo.

Kaownah no tenía la intención mínima de recordarle aquel nombre que hacía que su amigo se volviera loco incluso en la situación más cuerda, pero si ese bastardo iba a jugar sucio, ¿Por qué el no?

—  Y tú, ¿Como vas con Gulf? - al ver la mirada que puso su amigo no se arrepintió de haber pronunciado aquel nombre.

—  Muy bien para tu información, caracol - dijo un Mew fastidiado.

—  Bueno el tono de tu voz no dice lo mismo - se burló el castaño.

—  Y entonces que quieres que te diga, que ni siquiera he logrado acercarme a el - dijo con la mirada puesta en su amigo.

—  Pues si es así, ve sacando tu billetera que las apuestas de amigos se cumplen - el alfa de rango menor lo siguió molestando.

—  Olvídalo todavía tengo tiempo para pedírselo, es mas hoy en la salida se lo diré - Mew lo rento con la mirada.

—  ¿Estás seguro? - le siguió el juego.

—  Completamente - sonrió ladino el pelinegro.

—  Pues lo veremos - y de nuevo el alfa volvió a arrepentirse de lo que había salido de su boca.

Había veces en que el alfa sentía que el tiempo iba demasiado lento, incluso en esas veces rogaba que el tiempo avanzara lo más rápido posible, pero aquel día definitivamente no lo deseaba para nada, es más quería que el tiempo se detuviera, pero como aquellas ocasiones en el que el tiempo avanzaba muy lento o parecía hacerlo, en esta el tiempo estaba avanzando demasiado rápido, y estoy para Mew era más que claro pues de un momento a otro el timbre que anunciaba la salida de ese infierno estaba sonando.

—  Recoge tus cosas - menciono el castaño con una sonrisa maliciosa, casi burlesca. — Recuerda que no puedes llegar tarde a pedirle al amor de tu vida que salga en una cita contigo.

Aunque Mew ya no era un adolescente estúpido, estaba hecho más que un desastre, como cuando los antes mencionados van a pedirle a la chica o chico que les gusta salir con ellos. Pues Gulf lograba lo que nadie excepto su pareja destinada lograba y eso era que perdiera todo lo que lo hacía ser llamado un alfa muy temido.

Caminando a lado de su ahora no tan buen amigo, se acercaba cada vez más a la salida. En solo unos pasos más logro ver a la persona que lo tenía así. Kaownah lo empujo dándole a entender, lo que tenía que hacer.

Con el corazón en la mano, camino lentamente hacia Gulf. Tenía que admitir que el chico era hermoso, simplemente un sueño que esperaba que un día ser completamente suyo.

Cuando noto que el amigo de aquel según beta se alejó de él, junto al otro alfa de pacotilla que se hacía llamar amigo de su chico. Se acerco a él.

—  Gulf - la rección que tuvo aquel chico, la comprendió de inmediato, pues la última vez que se habían visto, fue cuando el hermoso chico estuvo entre sus brazos, al recordar aquello sintió una extraña sensación en su cuerpo, algo que lo obligaba a extrañar lo bien que se sentía tener al chico entre sus brazos.

Hola!

Perdón por no haber actualizado por mucho tiempo, pero he tenido cosas que hacer.

He actualizado este día, por qué está historia cumple un año de que la empecé a escribir. Lo sé es mucho tiempo.

Enserio muchas gracias a las personas que me han tenido paciencia.