Pasado

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Aquel día, pero al otro lado de la ciudad se encontraba Gulf esperando a su amigo, después de aquella conversación Mild no le volvió a comentar nada sobre aquello, simplemente lo apoyo en todo lo que su amigo quiso.

Gulf se seguía sintiendo de una forma no tan increíble y seguía sin aceptar que Mew era su predestinado simplemente sigo ignorando todo.

Al pasar un tiempo esperando a su amigo y que este no llegara lo llamo, escuchando como la voz de Mild estaba algo agitada.

— ¿Qué paso? - pregunto Gulf alarmado pensando en que talvez algo le hubiera pasado a su amigo.

— Lo siento, pero no voy a poder ir - dijo Mild apenado. — Mi hermano se enfermó y tiene mucha fiebre lo estoy cuidando e intentado todo para que no se muera - dijo comenzando a reír un poco mientras se escuchó la voz de su hermano llamándolo y el corriendo para ir a ver lo que quería.

— Veo que estas ocupado luego te hablo - contesto Gulf. — Me avisas, para saber como sigue tu hermano, cualquier cosa aquí estoy.

— Si hasta luego y una disculpa - se escuchó como una puerta era abierta y después el tono de que la llamada había finalizado, dejo su celular en la mesa y se dispuso a ordenar, aunque sea un café, ya que vino hasta aquí no iba a desaprovechar el tiempo invertido.

Al terminar pago lo consumido y salió, sintiendo como el frio de la tarde se hacía presente, sonrió un poco, pero esa sonrisa ceso cuando vio aquella persona frente a él y su sangre hirvió cuando ese bastardo se le ocurrió pronunciar su nombre.

— Gulf - dijo aquel chico. — Tanto tiempo sin verte – en sus labios se había formado la sonrisa más falsa que los ojos de Gulf pudieron ver. El omega al ver aquello, provoco que varios de sus recuerdos volvieran, él había huido de su pasado, pero ahora su pasado estaba justo enfrente de él, solo al ver su sonrisa en su mente volvió a escuchar esa estúpida frase " tonto omega".

Lagrimas nuevas querían caer de sus ojos, pero él no quería que aquel imbécil las viera así que sin siquiera verlo de nuevo o devolverle el saludo comenzó a caminar ignorando todo lo que aquel chico le decía, y después de que se perdió del campo de vista de aquel sujeto comenzó a correr sintiendo como los recuerdos de nuevo se reproducían en su mente y las lágrimas bañaban sus mejillas, nuevamente se comenzó a maldecir por lo débil que era.

Siguió corriendo sin mirar atrás, estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta de la persona que estaba frente a él, hasta que choco con la espalda de esta misma, provocando que el cayera y que el chico lo volteara a ver, mientras él estaba en el suelo.

Kaownah comenzó a arreglarse, se lavó la cara y se cambió de ropa, mientras en la puerta seguía esperando aquel lindo omega.

— Ese tonto no te ha abierto - pregunto la chica que le ofreció quedarse en aquel departamento, con unas buenas condiciones como para negarse a la oferta. Lo que él nunca espero es ver aquel atractivo alfa que conoció, en aquel departamento.

— Si, ya me abrió - dijo sonriendo un poco recordando aquel momento. — Pero no estaba tan presentable y creo se fue a arreglar - la chica lo miro enamorada, en serio el omega podría jurar que de los ojos de aquella chica salían corazones.

La hermana del castaño quería y casi le estaba rogando a todos los dioses que conocían que aquel lindo chico de estatura baja fuera el predestinado de su tonto hermano.

La mayor volvió a tocar el timbre y mientras esperaban que el alfa les abriera, el pequeño omega comenzó a analizar a aquella chica dándose cuenta de que tenía un cierto parecido al alfa de la cafetería y que incluso el color de cabello que lucían era igual. Un castaño muy bonito.

La puerta se abrió de repente, dejando ver ahora a un alfa más presentable, este le sonrió a su hermana para después dirigirse al pequeño chico y sonreírle de una forma más coqueta lo que provocó que el pelinegro se sonrojara, acciones que no pasaron desapercibida por la mayor, la cual sonrió entrando aquel departamento.

— Bueno como veras - dijo la chica invitándolo a pasar y sacando a su hermano de su trance para que así se quitara y fuera junto a ella. — Es un departamento realmente amplio, tiene todo tipo de comodidades y este chico es muy ordenado - comenzó a revolver la cabellera castaña de su hermano. — Lo único que podría a ver, es que tu compañero será un alfa, ¿hay algún problema con eso? - pregunto, viendo como el alfa miraba al omega con una pequeña suplica en sus ojos, tal vez rogando por dentro que este dijera que no, que no había ningún problema.

— No, creo que no tengo problema - sonrió para el alfa y el cual le respondió con una sonrisa más grande.

— Entonces como van a ser compañeros de cuarto, los presento - dijo la castaña, lo que provocó que el lobo del alfa se pusiera feliz por fin podrían saber el nombre de su omega. — Kaownah te presento a tu ahora nuevo compañero de cuarto Turbo - sintió como estaba volando en una nube al escuchar aquel nombre, no era tan femenino ni tampoco tan masculino simplemente era perfecto, era el mejor nombre del mundo o fue por lo menos como él lo sintió.

— Un gusto Kaownah - al escuchar su nombre de los labios de aquel omega solo pudo sonreír.

— Un gusto Turbo - los dos no quitaban las sonrisas de sus rostros.

Y la castaña no pasó desapercibido nada, definitivamente y por fin había encontrado al predestinado de su hermano, y estaba muy feliz. — Bueno ya que se presentaron, es momento que yo me vaya - el castaño se alarmo, eran en serio que su hermano lo iba a dejar solo con su predestinado.

— Y yo, ¿Cómo voy a regresar? - pregunto el pequeño chico.

— Bueno mi lindo hermano podría ayudarte con eso - dijo su hermano. — Y yo prefiero que él te lleve en su auto para que así tengan tiempo de calidad ya que desde hoy van a vivir juntos y necesitan conocerse - la castaña sonrió y salió de aquel departamento dejando a un omega y un alfa muy nerviosos.

— Gulf - dijo aquel alfa al voltear a ver a la persona que había chocado con él.

El omega lo miro. — Mew. 

Flores (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora