Simon fue a visitar junto a Sebastian el apartamento que este le había mencionado anteriormente. Aquel chico no hablaba demasiado, pero escuchaba cada palabra que el vampiro sacaba de su boca. O al menos eso parecía, porque de vez en cuando le miraba y asentía, por lo que Simon estaba contento al creer que tenía un nuevo amigo. Ese lugar estaba bastante bien, entraba mucha luz, tenía un cómodo sofá enfrente de una televisión en la que pasaría horas jugando a la consola. Había una cocina americana con sus electrodomésticos correspondientes y lo mejor era la habitación, porque por fin tendría una cama donde descansar sin que nadie le molestara. No era un sitio muy grande, pero superaba con creces la guarida de los vampiros. El Dumort en cuanto a decoración y espacio era una maravilla, le predecía haber sido un hotel. Aunque nada se podía comparar a tener un sitio al que llamar hogar, en el que hacer lo que quieras sin preocuparte porque alguien desee arrancarte la cabeza.
Clary había insistido a Jace para que ayudara también a dar los últimos retoques del apartamento y este, aunque algo molesto, acabó aceptando. A Simon le impresionaba ver el poder que tenía su amiga sobre aquel chico. No se dejaba dominar por nadie, pero la pelirroja era la única capaz de descolocar su vida.
-Esa caja va a la habitación- indicó el vampiro.
-Esta caja va aquí, en el suelo. No soy tu decorador personal- contestó Jace sin una pizca de sentimiento en su voz.
-Son cómics y la estantería está allí- replicó con un deje de desesperación en la voz.
El rubio le lanzó una mirada fría, Simon por un momento pensó que iba a pegarle.
-He dicho que a-quí- dejó caer la caja a sus pies mientras el vampiro le sostuvo la mirada con la boca torcida, intentando no decir todo lo que pasaba por su cabeza en ese momento.
Jace se sentó en la encimera de la cocina con intención de no seguir ayudando. Mientras Simon maldecía por lo bajo, Sebastian recogió la caja y la llevó a la habitación. Sacó los cómics, colocándolos en la estantería por autores.
-Gracias, POR FIN UN RUBIO AGRADABLE- gritó el vampiro para que el otro Cazador de Sombras pudiera escucharle.
Clary llamó al timbre, llegaba con un par de pizzas. Estarían hambrientos después de pasar casi todo el día discutiendo y poniendo las cosas en orden.
Jace le dio un beso en la frente, después cogió la comida hasta llevarla a la cocina, donde la partió con su cuchillo y la sirvió en platos. Simon echó sangre por encima de su porción, todavía no estaba acostumbrado a la comida mundana, pero poco a poco lo iba consiguiendo.
-Buagh, eres repugnante- el gesto del chico indicó que le daban ganas de vomitar.
-Mira, pues ya somos dos- concluyó Simon, acercándose la pizza a la boca para morderla.
Habían pasado varias horas desde que Alec salió del piso de Magnus para volver al trabajo. Le tocaba patrullar, vigilaba las calles intentando no recordar la noche anterior. Ver la lujuria en la mirada del brujo, sentir su tacto, su boca sobre él, sus juegos, el sudor, aquella forma de provocarle con simples palabras, esa perversión de la que tanto le habían advertido pero que le encantaba... Agradecía estar en el exterior para tomar el aire, el Instituto conseguiría que no se centrara en lo importante. Escuchó que alguien se acercaba a él corriendo mientras gritaba su nombre, se giró para ver de quién se trataba y vio a Luke delante de su cara como si en vez de corriendo, se hubiese transportado. Era increíble la velocidad que poseían los lobos.
-Alec, tenemos que hablar. Ven conmigo- el arquero asintió, siguiendo al alfa hasta el muelle donde se encontraba el Lobo de Jade.
Ambos entraron en una lúgubre habitación donde no entraba ni un rayo de luz. Todo estaba destrozado, había manchas de sangre por el suelo, parecía que acababan de asesinar a alguien. Maia se encontraba agachada junto a algo que el Shadowhunter confirmó que era un cadáver. Se acercó mientras la chica alzaba la mirada con un toque de tristeza en sus ojos.
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El amor verdadero nunca muere (Malec)
FanfictionLos demonios atacan de nuevo a los mundanos y los Cazadores de Sombras se preparan para luchar contra ellos. Alec Ligthwood, no solo tendrá que enfrentarse a esos seres, también deberá superar los problemas familiares, cumplir con sus obligaciones y...