15: Lies

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Taehyung se encontraba en su auto regresando a su casa, decir que tenía el humor de un perro rabioso era poco.

Aunque sí, él podría morder a alguien que le tocará las pelotas en este momento.

¿Pero cómo llegó a este punto?

Simple.

Estaba frustrado sexualmente.

Vamos, estaba a nada de tener una buena ronda de sexo con el rubio, pero primero lo pospuso por el hijo de puta de Minhae en la misma habitación, entendible.

Luego Taehyung pensó que volviendo de hacer lo que tenía que hacer con el cuerpo de aquel tipo, Agust le daría lo suyo... pero no.

Mientras esperaba en esa habitación, Jimin le contó algunas historias de los trabajos que había realizado junto a su novio luego de haber sido entrenado, justo como él lo estaba siendo por el rubio.

Le contó que su arma favorita era un cuchillo mariposa negro, Kim nunca supo de qué parte de su pequeño y aparentemente delicado cuerpo Jimin sacó el arma blanca.

Se podía ver la adoración que le tenía a su pequeño juguete en su mirada, era como si Jimin amara a ese cuchillo.

— ¿Quieres que te muestre algo? — cuestionó el mayor de ambos con una sonrisa casi malévola en su rostro, y el pelinegro solo asintió, no muy seguro de lo que iba a ver.

Entonces Jimin tomó uno de los dos mangos de aquel cuchillo y este empezó a girar entre los dedos del muchacho, Taehyung tenía miedo que en alguno de esos giros el filo cortara a su viejo amigo, pero esto no sucedió.

El objeto giraba entre los pequeños dedos, hasta que el peligris cogió ambos mangos y la punta filosa del cuchillo quedó al aire, la sonrisa de Jimin engrandeció, la mirada le brillaba, y sin pensarlo en un movimiento nuevamente rápido, el objeto giró y la navaja quedó oculta entre sus mangos.

— Es hermosa, ¿verdad? — la pregunta quedó en el aire, pues el mayor en realidad no estaba preguntando, estaba afirmandolo.

Y Taehyung debía de admitir que ese fue un espectáculo digno de ver... ¿él sería capaz de llegar a hacer alguna vez eso?

— Fue el primer regalo que Nam... RM me hizo, es algo así como mi anillo de compromiso, ¿me entiendes? — el menor solo asintió.

Quizás a su amigo se le haya salido uno que otro tornillo de la cabeza, sí.

Anillo de compromiso, .

El celular de Jimin sonó y después de terminar de leer el mensaje que había recibido se lo comunicó al menor.

— Ellos quieren que nos vayamos de aquí, ya que algo se complicó y van a demorar un poco más de lo previsto... así que... ven, te muestro la salida. — Jimin no esperó respuestas, solo tomó la mano del moreno y lo arrastró por algunos pasillos luego de abrir un par de puertas.

Mientras más caminaba, Taehyung iba reconociendo el lugar.

Cortinas rojas separando habitaciones... y aquel baño.

Pronto se divisó la barra de aquel bar que Kim ya conocía bien, vio a algunos clientes ahí, que cuando se dieron cuenta de la presencia de ambos chicos empezaron a murmurar, algunos a silbar o a lanzar piropos obscenos.

Taehyung miró a Jimin y se percató que su amigo sonreía, mientras que a él le parecía repulsivo cada palabra que salía de aquellos hombres, él solo quería patear sus traseros.

Pero todo estaba bien mientras no se acercaran a ellos... o así era.

Ambos chicos seguían de la mano caminando para salir del lugar, hasta que frente a ellos, a unos cuantos pasos se posicionó un chico, a simple vista joven, pelinegro, Taehyung podría decir que hasta era guapo si no fuera por una cicatriz larga que llevaba en la mejilla derecha, empezaba casi cerca a su ojo color miel y terminaba en el nacimiento de su mandíbula.

I SEE RED | YOONTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora