CAPÍTULO 1

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JULIA

Hoy es el primer día de instituto, entramos a último curso, no me lo podía creer, por fin, tengo unas ganas locas de volver a clase, de ir de fiesta, de estar con mis amigos, en resumen, de pasármelo bien, después del verano.

-Julia, quieres darte prisa.- gritó mi hermano llamando a la puerta de mi habitación.

Solo teníamos un coche, después de mi accidente con el mío, este quedó destrozado así que tenemos que usar el suyo, además, a mí me da miedo volver conducir desde ahí, así que también conducía él.

-Ya voy impaciente. Grite

-Date prisa, si en cinco minutos no estas me voy al instituto sin ti. - Me contestó.

Enseguida salí de mi habitación y bajé al garaje donde me esperaba mi hermano cabreado.

Sin decir nada los dos nos montamos en el coche, Gael en el asiento del conductor y yo en el del copiloto.

-Esta tarde tendrás que volver sola a casa. Dijo mi hermano mirando la carretera.

-Y eso por qué. Conteste intrigada y cabreada.

No era la primera vez que lo hacía, cuando tenía entrenamiento de fútbol después de clase, Carla mi mejor amiga, me llevaba a casa, pero no siempre era por eso, a veces quedaba con alguna amiga suya y no volvía a casa hasta las tantas y yo no digo que no pueda quedar, solo que no quede nada más salir de clase, que lo haga más tarde, creo que pueden esperar media hora más.

-He quedado con una amiga.

- ¿Y esa amiga tuya no puede esperar media hora más? - Pregunté indignada, primer día de curso y mi hermano ya me dejaba tirada.

-Lo siento, Julia, ¿No puede llevarte Carla?

- Gael, hoy Carla no puede y lo sabes.

-Pues Julia tendrás que volver andando o esperar en el instituto hasta que mamá pueda ir a buscarte.

- ¡Pero tú estás loco o qué te pasa!, volver andando, eso es más de una hora y tendría que esperar a mamá hasta las siete, ¡Que hago yo en el instituto hasta las siete!

-No sé Julia, búscate la vida para volver a casa.

- ¡Que te den, Gael! - Exclame súper cabreada.

No abrí la boca hasta que mi hermano aparco el coche en el parking del instituto.

Cuando paró el coche salí disparada pegando un portazo que a mi hermano no le sentó nada bien.

- ¡Podrías tener un poco más de cuidado, un día me dejaras sin puerta! - Exclamó malhumorado. Yo lo ignoré y me fui directa a dentro.

Estaba tan distraída y metida en mis pensamientos que no vi por donde iba hasta que unos brazos me pararon.

Me había chocado con Niccolo, el mejor amigo de mi hermano y él me había agarrado para que no me callera. Levante la mirada y le mire, en ese momento ninguno hizo nada. Él solo me miraba y me tenía agarrada.

Me fije en sus manos, que me sujetaban para evitar tocar el suelo, en esa camiseta que le marcaba los brazos, ¡PERO QUE ESTOY MIRANDO!, es el mejor amigo de mi hermano, no debería hacerlo.

-Lo siento, Niccolo, no te había visto.- Dije fijándome en esos ojos claros y en su pelo castaño.

Él sonrió.

-Está bien, no te preocupes.- Contestó, entonces me soltó y seguí con mi camino.

NICCOLO

Me dirigía hacia mi taquilla cuando de repente me choqué, mi reacción fue agarrar a esa persona por los brazos para que no se cayera ya que era más bajita y pequeña que yo, cuando mire a esa persona con la que me había chocado me di cuenta de que era Julia, la hermana melliza de Gael, mi mejor amigo, aunque ella era más bajita y más pequeña que él.

La mire y me fije en lo bien que olía, en su pelo castaño, en su camiseta, me fije en cosas de las que nunca antes me había fijado, en cómo había cambiado este verano y que guapa que estaba, la mire de una manera de la que nunca la había hecho.

Nos quedamos los dos mirándonos en silencio hasta que la solté y ella se disculpó, yo no sabía que decir, me quedé bloqueado así que solo la sonreí y cada uno siguió su camino.

Entre sus brazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora