CAPÍTULO 10

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GAEL

Cuando Niccolo me contó lo que paso con mi hermana en la fiesta, me sentí impotente, sentí rabia, quería partirle la cara al capullo que había intentado algo con mi hermana sin su consentimiento y luego cuando me dijo que le había drogado enfurecí de una manera que no imagine.

Me llamo sobre las 3 de la mañana, estaba en la habitación de Amanda tumbado a su lado totalmente desnudo observándola dormir plácidamente.

No estaba enamorada de ella ni mucho menos, nunca lo he estado, es un simple ligue más, una distracción como otra cualquiera, sé que no debo aprovecharme, pero soy así, yo no me enamoro solo disfruto de la atracción física, soy de 'relaciones' cortas, pero todas las chicas con las que salgo son conscientes de ello, son iguales que yo, después de unos meses nos hartamos mutuamente y pasamos página, así de fácil.

Yo ignoré su llamada, pensaba que estaba borracho y me quedé dormido, pero cuando me desperté vi que tenía 5 llamadas de Niccolo, ahí sí me preocupé y decidí llamarlo.

Me lo contó y enseguida me levanté de la cama y me vestí.

- ¿Gael? -Preguntó Amanda desperezándose tapándose con la sábana

-Tengo que irme. Conteste seco

- ¿A dónde?

-No es de tu incumbencia, recuerdas, sin ataduras, solo sexo.

-Eres un idiota.

-Adiós, Amanda. - Me despedí saliendo de su habitación pegando de portazo.

JULIA

Era lunes, iba de camino al instituto con mi hermano.

- ¿Qué miras tan distraída? Pregunto.

-Nada, la verdad.

-Oye, me contó Niccolo lo que pasó en la fiesta, tendría que haber estado atento de ti en vez de estar dándome el lote con Amanda en el sofá, me siento fatal, lo siento.

-No te preocupes, Gael, no te martirices con eso, no eres mi niñero, pero por suerte no pasó nada, apareció Niccolo justo a tiempo. Contesté quitándole hierro al asunto mientras miraba a mi hermano de manera despreocupada.

-Sí qué pasa Julia.- Dijo mi hermano cabreado.- Ese tío te hecho algo en la bebida y si no hubiese aparecido Niccolo a tiempo, dios sabría qué te habría hecho ese pervertido.

-Pero por suerte no ha pasado nada, apareció a tiempo y me ayudó.

-Pero tendría que haber sido yo, eres mi hermana y no me perdonaría que te pasase nada si puedo evitarlo.

- Gael, no merece la pena, tú no tienes la culpa, yo estoy bien y Niccolo puso a ese tío en su sitio.

-Si te llegase a pasar algo no me lo perdonaría en la vida, no puedo permitir que te hagan daño, no si puedo evitarlo. Sabes lo mucho que te quiero y lo mucho que te aprecio, aunque a veces me pase de la raya, eres lo que más quiero en este puñetero mundo.

-Lo sé Gael, yo tampoco me perdonaría perderte y también te quiero más que a nada en el mundo, siempre hemos sido y vamos a ser tú yo sin importar cuántas veces discutamos o nos peleemos.

Cuando llegamos al instituto nos bajamos del coche y yo fui a abrazarle, él siempre fue mi lugar seguro, entre sus brazos me sentía a salvo, él siempre me protegió de todo, no le gustaba verme triste y no soportaba verme llorar o sufrir. Él me devolvió el abrazo y me dio un beso en la frente.

Cuando nos separamos, nos despedimos y cada uno se dirigió a su clase.

Entre sus brazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora