Capítulo 11 : Volviendo A La Oscuridad.

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LUCKE

- Ayer fue fantástico, la adrenalina llenaba mi cuerpo, era extraño ver a Nicole asustada y nerviosa. - Eso era lo único que pensaba desde que había llegado a mi casa, Arthur no lo sabía, y no tendría porque hacerlo.

Sólo había vivido con el desde hace unas semanas y ya sentía que yo era de su propiedad, el era guapo, eso no se podía negar, tenía 26 años pero parecía que era mucho más viejo mentalmente, sus ojos azules y su barba de candado me transmitían mucha confianza, aunque no la demasiada para confiarle mi vida y contarle todo de ella, su actitud en veces era un poco cortante, sentía que quería acercarse a mi pero inmediatamente le daba miedo.

Sólo una cosa era cierta, el no era la persona más agradable del mundo, no como yo, ser yo significa ser agradable, amistoso y muchos más adjetivos calificativos, y aunque suene egocéntrico era la verdad; No se porque estos pensamientos habían llegado a mi mente, no quería pasar mi tarde pensando en Arthur y su forma de ser, sólo quería pensar en mí y como ser más "Genial".

Mientras todo esto venía a mi mente tomé una decisión, hablaría más con Arthur, es más. - Lo haré en este momento. - Las palabras salieron de mi boca con determinación. Salí del cuarto y me dirigí hacia el de él, abrí la puerta y pude verlo saliendo de su baño con una toalla en la cintura y otra cayendo sobre sus hombros, con la cual el se estaba secando el cabello.

- Mierda. - Susurré para mi mismo mientras bajaba la mirada, pero ya había visto detalladamente la escena : El salía de la ducha, descalzo, su mano sujetando una parte de la toalla con la que frotaba su cabeza secando su cabello, este estaba demasiado desordenado, era obvio, unas cuantas gotas de agua caían desde ahí y otras cuantas se deslizaban por sus, aún húmedas mejillas, hasta bajar por completo y llegar a su pecho y su abdomen totalmente marcados, demonios, ¿Cómo podía ser más apuesto que yo?, sus ojos estaban puestos en mi, yo no sabía que hacer, solo bajé la mirada y trate de salir de ese lugar, pero su voz me lo impidió.

- Espera Luke, ¿Querías hablar conmigo? - Me preguntó con un tono de voz demasiado tranquilo y calmado.

- Si, pero puede esperar, realmente no era nada importante. - Solté rápidamente para poder salir de ahí, la escena era excesivamente incómoda al igual que bochornosa.

- Nada es irrelevante tratándose de ti. - Sonrió todavía con la mano en su cabeza.

- ¿Gracias? - ¿Qué había sido eso? ¿Amabilidad?, No, Arthur nunca era amable, al menos yo nunca había conocido ese lado de el. - Bueno, me iré, hablaré contigo cuando te cambies. - Volví a hablar con un tono ahora un poco arrogante e ignorando su respuesta, para después salir de su cuarto. - O no. - Pensé.

- Está bien, no tardó. - Fue lo último que dijo, o que pude escuchar antes de cerrar la puerta.

¿Era hoy el día en el que nosotros hablaríamos y nos convertiríamos en los mejores amigos del mundo?

Espero que no, al menos no llegar hasta ese punto, sólo quiero que nos entendamos y así ya no parecer como dos desconocidos viviendo en la misma casa.

Después de salir de su habitación y cerrar la puerta bajé apresuradamente las escaleras y me senté en el sofá más grande de toda la sala, para poder ponerme a gusto, pensaba en las palabras que le diría a Arthur.

- Quiero que seamos amigos. - Dije en voz baja y con una sonrisa, definitivamente esa no iba a ser la manera. - Tal vez un... Casi salgo de la ciudad. - Me recosté en el sofá frustrado. - No, eso haría las cosas más complicadas.

Blackland: De La Oscuridad A La Luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora