─Hyung, su corazón... Late tan rápido como el mío, y en conjunto con su respiración, es la melodía más hermosa con la que mis oídos se hayan deleitado...
Maratón 1/3
─Oiga, disculpe, con permiso. ─dije, mientras intentaba adentrarme entre la aglomeración que había provocado el japonés y su actuación, tratando de no empujar o golpear a alguien. El chico tenía talento, era impecable en todos los aspectos, cantaba, bailaba y rapeaba, no había ninguna área que no hubiese cubierto. Con una sola mirada, Sunghoon hyung y yo supimos que era lo que nos faltaba, estábamos tomados en la mano, puesto que tenía miedo de perderme entre tantas personas.
Posiblemente era una excusa terriblemente absurda que salió de mis labios para poder entrelazar mis dedos con los suyos, pero no me arrepentía de haberla dicho. Sunghoon hyung en este último mes me había hecho sentir... Distinto.
Era extraña la manera en que su sonrisa tranquilizaba cada fibra en mí, el como sus mejillas se habían convertido en las dueñas de todos mis besos y sus brazos en los guardianes de mi cintura en cada abrazo que compartíamos. Sabía que no se podía tratar de una simple amistad y eso conllevaba a un increíble pavor que me provocaba la idea de que se tratase de algo más fuerte: amor. Sin embargo parecía ser lo más certero para definir a la calidez embriagante que solo él me transmitía con su presencia. Era como una droga a la que, sí no la dejaba pronto, me volvería un adicto, y no me desagradaba en lo absoluto el serlo.
Logramos llegar hasta Ni-Ki, nos acercamos a él, lo saludamos con una reverencia la cual correspondió de igual modo, su respiración todavía era irregular y la sonrisa plasmada en su rostro era sincera.
Ni siquiera tuvimos que presentarnos, puesto que nos reconoció a ambos─. Sunwoo y Sunghoon sunbaenims, es un gusto verlos.
─El gusto es nuestro, Riki. Acabamos de ver tu presentación y quedamos encantados con el talento que demostraste. ─habló mi hyung primero, sacándole una pequeña risa nerviosa al japonés.
─Y creemos que serías perfecto para estar en nuestro grupo para la presentación de jóvenes talentos del instinto Irlang. ─los ojos de Riki parecieron iluminarse por un momento y sus mejillas se ensancharon al hacer una gran sonrisa dándole un aspecto de lo más tierno.
─¿Irlang? ¿Están hablándome de poder presentarme con ustedes en el mejor instituto de artes de toda Corea del Sur?
─Sí Ni-Ki. Ambos estudiamos allí y necesitamos un miembro más puesto que la cantidad de personas que deben estar en los grupos debe ser impar, y tú pequeño ─lo señalé, divertido, sacándole una carcajada─, eres lo que estábamos buscando.
─¿Pero no habría problemas por mi edad o por qué no estudio allí? ─preguntó mirando a los mayores, con una pizca de preocupación en su voz grave.
─Claro que no, y en caso de que hubiese alguno, nosotros resolveremos. ─dijo el peli negro, transmitiendole seguridad con sus palabras al extranjero─. Entonces, ¿Qué me dices?
─¡Por supuesto que quiero sunbaenims! ─chilló el menor, abrazándonos individualmente con un semblante sonriente.
Intercambiamos números para acordar lo que faltaba y nos despedimos, debido a que ya iba tarde a mi turno.
Nos acercamos al local y abrimos la puerta, haciendo resonar una campanita por toda la cafetería, le dije a hyung que me diera unos minutos para poder cambiarme, puesto que los empleados debíamos usar un uniforme específico. Me dirigí al baño de empleados, buscando con la mirada a alguno de mis compañeros pero ninguno entro en mi campo de vista, al llegar, saqué de mi mochila lo que me tenía que poner (unos pantalones rosados de algodón y una camisa abotonada amarilla -en alguna tonalidad pastel-). Decidí dejar mis deportivos rosados con lunares que tanto me gustaban y salí del baño para dirigirme a la entrada del local, Sunghoon hyung se encontraba sentado en una de las mesas que quedaban cerca del mostrador y al escuchar mis pasos dirigió su mirada hacia mí, haciendo que algo de sangre subiese hasta mis mejillas, pintandolas de carmín, pronunció algo que no pude escuchar muy bien, pero parecía ser...
─¡Que tierno! Sin duda el rosa es tu color, Sunie. ─dijo Sunghoon, haciendo que bajase mi cabeza, avergonzado. Todavía no estaba acostumbrado a que siempre halagara mi apariencia, mi corazón desbocaba de amor cada vez que me llenaba de dulces palabras.
Un pequeño gracias salió de mis labios y, antes de que pudiese seguir conversando con el peli negro, una de mis compañeras más allegadas se apareció con una sonrisa.
─Hola sunshine, al fin llegaste, ¡Y con un amigo! Soy Bae Sumin, es un placer conocerte. ─se presentó, haciendo una reverencia, la cual hyung correspondió.─Soy Park Sunghoon, el placer es mío. ─cuando su nombre salió de sus labios, Sumin noona me dedicó rápidamente una mirada. Era la única a la que le había mencionado el como me sentía con respecto a Sunghoon además de Jungwon y sin duda alguna me asustaba que soltase algún comentario imprudente con respecto a mis sentimientos.
Hablamos todos entre trivialidades hasta que el local empezó a llenarse de personas a las que debíamos de atender en conjunto con mis sunbaenims. No pude pasar mucho tiempo con mi mayor, pero me dedicaba una sonrisa cada vez que podía y me asistía en algunas cosas, sin embargo, él parecía atraer a muchas chicas, que siempre trataban de sacarle conversación, aunque procedían a ser menos discretas y coqueteaban con Sunghoon, aún cuando mi corazón se oprimía en ocasiones por celos que no sabía que poseía, era gracioso como todas eran rechazadas por él de manera sutil. Así pasó el resto de nuestro día hasta que la noche cayó y la cafetería cerró, Sunghoon y yo nos despedimos de los demás para dirigirnos a nuestros respectivos hogares, juntos, como ya era costumbre.
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Mixed Up ⌗ 𝘚𝘶𝘯𝘰𝘰 𝘢𝘯𝘥 𝘚𝘶𝘯𝘨𝘩𝘰𝘰𝘯 ꒱ ❜
Fiksi Penggemar- ', 별안간 ꒱ ↷♡ ─Estoy confundido, ¿Cómo te puedo gustar? Sí todo el instituto me ha puesto como un patán... ➳ Aún cuando Park Sunghoon estuvo rodeado de chismes de todo tipo, Kim Sunwoo no pudo evitar enamorarse de él. ㅤㅤㅤㅤ . ⊹ . ✧ . * . ˚ ·...