Dio la una y media cuando salí de la cabaña con Cleo. Me sentía relajado y ligero. El tomar vino hacía que todas mis penas se fueran a la borda o fueran más llevaderas. Aun así, me atrevo a decir que no estaba ebrio, era esa delgada línea entre estar borracho y solo relajado, aunque si me movía muy brusco si llegaba a marearme. El cielo seguía nublado y aun tenía un poco de frio debido a que toda la madrugada estuvo lloviendo, pero el suéter azul de Billy me mantenía tibio hasta las manos.
Al llegar nuevamente a la escuela vi a Billy sentado en las escaleras. Por inercia solté la mano de Cleo para ir a abrazarlo, aun que había sentido un suave tirón al alejarme. Adoraba verlo con su cabello recogido después de estar bailando por horas y con esa gabardina negra que clawdeen le hizo para el papel de JD.
-hey. - murmure con una sonrisa para abrazarlo por la espalda haciéndolo sorprenderse.
- ¿Por qué no entraste? - me susurró colocando sus manos sobres las mías girando su rostro a mí. - y aún más importante, ¿Por qué hueles a humo y vino? - su ceño se frunció de manera leve, aunque tratase de no lucir enojado.
-he...Cleo me invito a pasar un rato con ella. - esta vez fueron sus manos las cuales se tensaron al igual que su sonrisa. - hey, no hicimos nada, ella no me interesa, solo arreglamos las cosas.
- ¿Dónde está ...ella? - no sabría describir exactamente su voz, estaba tensa, y ligeramente más grave de lo habitual, era como un tono sarcástico, pero sin sarcasmo.
-estoy aquí invisible. - ahora era el tono de Cleo el cual me hizo soltar al peli azul. Me aleje un poco de manera casi inconsciente alzando las manos a modo de paz.
-Nile, es un placer volverte a ver. - ambos se sonrieron con falsedad. Había tanta tensión que solo deseaba huir, pero... debo de enfrentar esto.
-me voy al auto. Te espero allí. - me acerque a su bolsillo derecho tomando sus llaves de su auto, ya que él me había traído esta misma mañana.
Me deje caer en el asiento del copiloto sintiendo una suave presión en el pecho, era la misma sensación que tenía al oír a mis padres discutir cuando tenía 7 años. Era esa misma sensación que tenía después de discutir con mi mamá cuando tenía 10 y esa misma sensación cuando discutía con Cleo.
Por mi suerte no podía escucharlos, podía ver sus bocas moviéndose y sus rostros deformarse por sus emociones, busqué en mi bolsillo mis audífonos para ignorar esta discusión, pero no los vi en ningún lado...los había olvidado otra vez. Mis ojos no pudieron evitar ver sus labios moverse de manera algo brusca, ambos estaban enojados, demasiado.
Llego un punto donde sus voces se alzaron tanto que podía escucharlos gritar aun estando a dos metros y medio de distancia
"no es niño, deja de tratarlo como uno, el vino a mí por placer"
"claro que no es un niño, pero esta vulnerable, claro que aceptaría ir contigo, te extraña... sabes que le haces mal y aun así le das alcohol"
"yo que iba a saber que él quería matarse"
"claro que lo sabias, él me dijo que lo llamaste, yo desvíe tus llamadas ayer, yo lo vi llorar por sentirse ahogado. El solo quiere acabar con lo que tu provocaste. Así que aléjate de su vida de una vez"
"tú no eres nadie para decirme lo que o no puedo hacer, no me iré hasta que el me lo diga los ojos"
"¿Por qué estas insistiendo tanto?, ya obtuviste lo que deseabas, ya lo rompiste, ya déjalo"
"créeme que no he tenido lo que deseo"
cubrí mis oídos apretando estos con fuerza. Solo oyendo los latidos de mi corazón los cuales se aceleraban a cada segundo. Dejé de respirar un par de segundos, quizás un par de minutos hasta que el sentimiento de estarme ahogándose volvió más que una metáfora.
ESTÁS LEYENDO
GORGON
FanfictionEl que te estés ahogando en un vaso de agua no quieta el hecho que te estés ahogando. Deuce tiene mucha mierda consigo, debe de aprender a abrazar al dolor, la tristeza y la felicidad, saber que no está mal estar mal.