La pelirroja del Sweet Amoris [PAUSADA]

6.- Un cambio de aires

Holiiis :3 extrañamente vengo con un nuevo capítulo taan prontito x3

Aquí lo tenéis, ¡dejad uno de vuestros lindos comentarios que tanto me gustan a mi y a mi pequeña historia!

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Yvonne se escondió con rapidez detrás de la peliroja, aunque a primera vista el chico militar había creído que era una loca fanática de las bromas cómo Gabrielle, en realidad era bastante introvertida y no le agradaba estar siendo observada por tanta gente.

Dake parecía sorprendido de haberla visto, ella había sido la única culpable de que Gabrielle lo dejara. Nunca se habían llevado bien, pero él, gracias a sus engaños, había conseguido que la peliroja quisiera ser su amiga, por muy reales que hubieran sido las advertencia de Yvonne.

Rápidamente la mirada de la peliroja y la del chico de ojos grises se cruzó, rojo contra gris, pero entonces Castiel parecía enfadado por algo y la desvió de inmediato.

Aquello sorprendió a Gabrielle, sus mejillas se habían puesto igual que su cabello cuando notó el frío gris de los ojos del chico sobre los suyos.

La única que entonces se dio cuenta de ello fue Yvonne, la cual le lanzó una mirada típica suya de "Luego me lo cuentas palabra por palabra".

Ellas, cómo buenas amigas que son, tenían una telepatía increíble, sabían lo que la otra quería decir con tan sólo mirarse.

Se estaba haciendo tarde y todos debían volver a sus casas. Gabrielle le ofreció a su amiga quedarse en su casa aquella noche, lo que no sabía era que ella iba a quedarse con ella durante el curso, por eso se sorprendió cuando sus padres se lo dijeron.

-¿C-cuando pensabais decírmelo? -exclamó la peliroja, cruzada de brazos frente a sus padres.-

¿La noticia? No era que Yvonne fuera a quedarse...sino que ella debía irse a casa de su tía, ya que ambos tendrían que irse a Italia por motivos de trabajo y, ya que le había gustado aquel instituto e Yvonne estaría allí, decidieron que ambas quedasen con Agatha.

A la pequeña no le molestaba lo más mínimo tener que irse con su tía, ella adoraba a su tía. Lo que le molestaba es que sus padres no le hubieran dicho nada hasta entonces, es más, ya tenían sus maletas preparadas.

-¿Ya no me queréis? -les pregunto a sus padres al ver sus maletas sobre la cama- Parece que me queréis echar de casa...

-Pues claro que no, cariño, nosotros te queremos mucho...pero tenemos que coger un avión esta noche -respondió su madre, abrazandola con el típico amor maternal.-

Tras unos pequeños pucheros de Gabrielle en la parte trasera del coche, sus padres se despidieron de ambas. Siempre habían tenido un especial cariño hacia Yvonne, al igual que Agatha, la cual esperaba en la puerta a que ambas entraran, despidiendose con la mano del coche que se alejaba.

-¡Debeis estar hambrientas! Venid a la cocina, la cena ya está lista

Aquel era un buen punto a favor para Agatha, era una increíble cocinera.

La cena fue breve y, puesto que ya era tarde, las chicas fueron a su habitación, una habitación preciosa con dos camas.

Tía Agatha siempre había consentido mucho a su sobrina y no iba a ser menos con Yvonne, ella era cómo de la familia. Durante la cena les había ofrecido pintar y redecorar la habitación a gusto de ambas, lo que aceptaron con mucho entusiasmo.

Yvonne se durmió con rapidez, pero la peliroja estuvo un rato pensando en aquella rara tarde y tratando de averiguar que les habría pasado a los demás...pero poco tiempo después cayó en los brazos de morfeo.

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¡Aquí está el sexto capítulo!

Espero que os haya gustado y recordad, a está historia le gustan vuestros comentarios para desayunar, así que...¡¡no dejeis que se muera de hambre!!

Aquí repetire lo de los personajitos nuevos en la historia:
~Hermana/o de Gabrielle
~Prima de Amber y Nathaniel

Y bueno, nada más :3 espero que os haya gustado

¡Besitos de melón~!