La pelirroja del Sweet Amoris [PAUSADA]

13.- Llegó el rubio

Holiiis x3 ¡aquí os traigo un nuevo capítulo!

Sé que todas seguís intrigadas ¡Aún os veo desde mi bolita de cristal! (?)

Bueno... ¡Dejad uno de vuestros preciosos comentarios andaaa! Que me animan mucho :3

¡Y los lectores fantasmas también eh! ¡Que si no os echo un mal de ojo! x3

Bueno, no me enrrollo más, que siempre lo hago jajaja...

Bien...¡Aquí está el capítulo!

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-Pero...tú...tú eres la chica con la que había soñado durante toda la semana pasada -dijo Gabrielle, refiriéndose claramente a la rubia.-

-¿Soñar con ella? ¿de que hablas, Gabri?

La estancia se quedó en un total silencio, las tres chicas se miraban pero no decían ni una sola palabra.

Allí nadie más se despertaba, todos los chicos seguían durmiendo, incluyendo a Rosalya entre ellos.

Se escuchaban pasos chapoteando sobre los charcos que la lluvia, la cual se había presentado hace poco tiempo, había creado en el bosque.

Parecían tratarse de una sola persona, los pasos se acercaban a la cabaña, pero no pudo abrir la puerta, ya que la silla permanecía ahí.

-¡Daniel! Se que estás dentro...abreme...

La voz que se escuchaba del exterior era la de un chico conocido por todos los que estaban en la cabaña: Era Nathaniel

-¿Nath? Rayos...me ha seguido... -dijo la rubia mientras se acercaba a la puerta para abrirla, quitando de en medio la silla.-

-¿Se puede saber que haces aquí? -le preguntó un empapado Nathaniel, sin percatarse de la presencia de los otros.-

-¿Nathaniel? -preguntaron Yvonne y Gabrielle casi a la vez, en un tono demasiado alto, con lo que despertaron a los demás-

-¿Que diablos...?

Castiel se incorporaba en el suelo, mientras que Lysandro, Leigh y Rosalya se levantaban del sofá.

Se quedaron bastante sorprendidos al ver allí a una rubia totalmente desconocida y a Nathaniel.

-¿Qué haces tú aquí?

-Castiel, eres la amabilidad en persona -le dijo Gabrielle, rodando los ojos, pero con una expresión divertida.-

La lluvia había parado totalmente, dejando tan sólo un frío helador, por el cual Nathaniel cerró la puerta.

Ese momento les había recordado algo...eran todos ellos...allí, en aquella cabaña, pero unos años atrás...con unos 8 años.

-¡Es imposible! Gabrielle y yo ni siquiera nos conocíamos y tampoco vivimos nunca aquí...

-Tiene que haber algún motivo...no puede ser que nuestros nombres estén ahí por arte de magia, Yvonne...

Todos estaban de acuerdo con lo que Lysandro había dicho, pero no lograban encontrarle sentido a aquello.

La noche pasó con rapidez, pero ninguno de ellos logró pegar ojo. Nada más que vieron que había bastante luz salieron de allí, no tardaron mucho en salir del bosque y, sin hablar nada, se dirigieron a sus casas.

Todos los padres estaban preocupados, incluida Tía Agatha, que probablemente era la más preocupada de todos.

-¡MIS NIÑAS! -gritó Agatha al verlas entrar, saltando sobre ellas- ¿Donde habéis estado? ¡¿Por que no me llamasteis?! .... No estariais con unos chicos...¿verdad?

Yvonne y Gabrielle se miraron, tratando de reprimir una risa, pero no pudieron.

-¿Que dije? -preguntó Agatha, mirándolas con algo de confusión-

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¡Hasta aquí el capítulo!

Espero que os haya gustado y recordad, a está historia le gustan vuestros comentarios para desayunar, así que...¡¡no dejeis que se muera de hambre!!

Aquí repetire lo de los personajitos nuevos en la historia:

~Hermana/o de Gabrielle

Y bueno, nada más :3 espero que os haya gustado

¡Besitos de melón~!