Capitulo 5

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Al dia siguiente de la partida de sus niños ninguno de los dos podían eludir sus deberes en el trabajo, porque tenian una semana libre de ellos pero no asi de su trabajo y en ese momento Gulf llevaba cuatro horas detrás de su escritorio trabajando, siempre había pensado que su silla era bastante cómoda, pero justo en ese momento la odiaba con todo su ser, después de pasar toda la tarde anterior y parte de la noche siendo jodido con cada uno de sus juguetes además de los dedos y pene de su esposo, estaba demasiado sensible, incluso la ropa interior de algodón lo estaba matando, sentía su pecho inflamado tambien después de que Mew jugara con el por mucho tiempo.

Ese día había sido un día atípico ya que por lo general Pineare le hubiera hecho un comentario malicioso apenas entrara por la puerta con su pequeña cojera, pero en su lugar le había sonreído educadamente y le había hablado de los pendientes que tenían para ese día, estaba extraña, algo le pasaba y tenía que descubrirlo pronto.

-Earth Pirapat está llegando en unos minutos- lo saco de su pensamientos la voz de Pineare por el intercomunicador.

-Gracias aquí lo espero.

Gulf cerro el documento en el que estaba trabajando un segundo antes de que Earth entrara a su oficina, el estimaba mucho a ese hombre, ambos habían estado esperando el momento en que Jackson dejara su puesto a su favor y si todo salía bien en la próxima junta de accionistas e inversionistas Jackson pasaría a la historia.

Y no es que Gulf estaba en desacuerdo con el trabajo de su actual jefe sino que después de prohibirle ir al primer día de clases de sus hijos, tenía que hacerlo pagar de alguna manera y por eso estaba apoyando a Earth en su campaña para sustituirlo; el padre de Earth estaba de acuerdo con ellos y les aseguro su voto a favor como uno de los miembros de la junta directiva.

El hombre entro a su oficina luciendo su impecable traje hecho a la medida... Si Mew no fuera el dueño de su corazón, estaba cien por ciento seguro que en esos momentos estuviera en una relación con Earth, el hombre era caliente y guapo, además de su perfecta voz varonil hacia que las personas  se derritieran a sus pies.

Pero el era un doncel casado y profundamente enamorado de su marido, además de que el dolor que sentía en su trasero era un ejemplo claro de lo satisfecho que estaba junto a Mew, de solo acordarse de todo lo que habían hecho el día anterior hacia que recorríera un hormigueo en su entrepierna, en definitiva Earth podia ser caliente y sexy, pero nada se comparaba con su ardiente y fogoso marido, el cual le extrañaba que no lo hubiera llamado en lo que iba de día.

-Hola Earth, ¿Que te trae hoy a mi oficina?

-¿Además de deleitarme los ojos con tu belleza? ¿Cuando aceptaras mudarte a la oficina que está junto a la mía? Ya sabes... La que tiene puertas que se comunican- le dijo el coqueto con una sonrisa pícara.

El pelinegro le hubiera contestado con un comentario sarcástico que los hiciera a reír a ambos, pero en eso ingreso un hombre que no quería ver y solo lo hacía pensar en lo mucho que quería agarrar una máquina de afeitar y acabar con los risos desordenados que estaban sobre su cabeza.

Mew había creído que el estupido de James había salido de su vida después que ellos se volvieron oficiales, pero aquel entonces no había día en el que su teléfono no sonara con mensajes e imágenes del hombre recordándoles que él fue íntimo antes de que el castaño fuera su novio.

Incluso tuvo que cambiar su número telefónico después que el muy ardido lo hubiera publicado en el periódico como Sexoservidor, el nunca le contó nada de eso a Mew ya que no valía la pena darle más importancia de la necesaria a James, pero mientras veía al hombre allí parado usando unos pantalones que muy probablemente estaban cortando la circulación de sus piernas de lo pegados que estaban, en todo lo que podía pensar es que estuvo cerca de su pingüinito y Mew unos días atrás en el centro comercial.

Ahora Somos Una FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora