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Liam.


Zayn se marchó un momento a tomar el aire y esperé a que volviera.

Me quedé en aquella sala donde me sentía totalmente fuera de lugar. El traje me picaba. La gente era grosera y las raciones de comida, diminutas.
Era un infierno.

-No es tu círculo habitual, ¿verdad? -comentó una mujer.

-Para nada.

Me tendió la mano.

-Soy Judy, la hermana de Zayn.

Pues claro, tenían los mismos ojos. Le di la mano.

-Encantado de conocerte. He oído hablar mucho de ti.

-Lo mismo digo. -Sonrió y cambió de postura, inquieta.

Levanté una ceja.

-¿Ahora es cuando me dices que me aleje de Zayn?

-No. ¿Por qué?

-Es lo que todo el mundo me dice.

-Ya veo. No he venido por eso. Solo quiero pedirte que seas bueno con el, ¿de acuerdo?

-¿A qué te refieres?

-Tiene un corazón frágil. Ha pasado por más de lo que el mismo piensa y no creo que pueda soportar otro revés. Si vas a dejar que se enamore de ti, que no sea en vano, porque no creo que sea capaz de levantarse después de otra caída.

Era evidente que quería a su hermano. No había venido a gritarme que me alejara de Zayn sino a pedirme que lo tratara bien y cuidara de su corazón.

-Eso puedo hacerlo.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo.

Sonrió y se frotó el brazo izquierdo con la mano.

-Te gusta.

-Sí.

-Y le gustas.

«Eso espero».

-Pásalo bien esta noche, Liam. Ignóralos a todos menos a el. Es el único que importa.

Judy me dio las gracias y desapareció entre la gente. Había mucho de la personalidad de Zayn en su hermana. Era agradable ver que existían más personas buenas en el mundo aparte de el.

Quería comprobar si estaba bien, ya que llevaba un rato fuera, pero me esforcé por ser paciente. Necesitaba un respiro y la esperaría hasta que volviera.

-¿Te sientes orgulloso?

Louis se acercó con la mirada algo perdida.

Estaba borracho.

Le había visto esa mirada a mi padre las veces suficientes como para reconocerla de inmediato.

-Louis, no discutamos esta noche.

-Aléjate de m-mi esposo -ordenó, arrastrando las palabras.

-¿Tu esposo? Diría que usas ese término demasiado a la ligera.

-No te pases de listo -advirtió y se me acercó a trompicones.

Gruñí.

«No me apetece lidiar con esto».

Respiré hondo y contuve las ganas de plantarle cara. Aunquefuera un capullo, seguía siendo el ex de Zayn y no quería cometer ninguna estupidez que la molestase.

-Oye, colega, estás borracho y no piensas con claridad. Vete a beber un poco de agua.

-Vete a la mierda -siseó. No me lo iba a poner fácil-. ¿Te crees mejor por tirarte a mi esposo?

Notas (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora