''A veces solo enfrentando tus miedos llegarás al otro lado'' - El Viaje de Arlo

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Dolor

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Dolor.

Siento mucho dolor.

Pinos.

Huele a pinos y... tierra.

Sangre.

También huele a sangre.

Los rayos de luz impactan sobre mi cara. No es desagradable, es como si estuviese bajo el sol, pero refugiada bajo alguna sombra.

Me atrevo a abrir mis ojos. No me acostumbro fácilmente a la luminosidad. Lágrimas empañan mi vista, impidiéndome mirar a mi alrededor con claridad. ¿Dónde estoy?

Grandes pinos se yerguen sobre mí. Hay plantas de todo tipo, pero no logro saber qué son exactamente. Sólo aprecio su anormal tamaño. Son enormes.

Intento girar la cabeza pero el cuello me duele horrores. No, no es el cuello. No lo es porque, en cuanto giro la cabeza hacia el lado izquierdo, veo sangre, mucha sangre, que cubre mi hombro. Duele, duele mucho. No sé qué es lo que me he clavado. Sólo sé que estoy en lo que parece un ¿bosque? ¿selva? Que me encuentro tirada e inmovilizada sobre el suelo y que tengo algo atravesándome el hombro.

Attis, estaba con Attis en la máquina del tiempo. ¿Lo habremos logrado o es esto una especie de limbo entre la vida y la muerte? No, no puede ser ningún limbo, es demasiado doloroso.

El chico de ojos verdes se encuentra inconsciente a pocos metros de mi derecha.

-Attis - lo llamo.

El hombro me está matando. Mis ojos lloran y me comienzo a desesperar en cuanto lo sigo llamando y veo que no despierta. No parece haber sufrido más daño que algunos rasguños. Me empiezo a asustar en cuanto comienzo a marearme por el dolor. Por ello, estiro mi brazo bueno y le pego una buena torta en toda la cara.

Sus ojos se abren al instante y se pone a la defensiva, incorporándose rápidamente. Toma una postura tan graciosa que, de no ser por mi situación, ahora mismo estaría tronchándome de la risa.

-Attis - lo llamo.

Sus ojos verdes contactan con los míos. No tarda mucho en dirigir su mirada al reguero de sangre que deja mi hombro herido. Su cara es todo un poema. Miles de emociones cruzan sus ojos en tan sólo milisegundos pero se recupera rápido.

-Elie... - susurra, horrorizado.

No duda en arrodillarse y examinar la herida.

Parece estar procesando el ambiente, la situación, lo que nos ha llevado a encontrarnos con este panorama... Creo pillar justamente el momento en el que parece comprender que hemos sobrevivido, pero no hace muchas más preguntas porque justamente ahora no es lo primordial.

-Tienes una pieza de metal... atravesándote... el hombro - informa. El pobre parece a punto de vomitar. - Creo que... v... voy a... sacarlo de ahí y haré una especie de... torniquete. ¿Eso... eso está bien?

𝕄𝕒𝕥𝕥𝕖𝕣 𝕠𝕗 𝕥𝕚𝕞𝕖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora