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No quería ser amable, no quería encariñarse con algo que tarde o temprano el creador terminara por arrebatarle, por lo menos esas eran las iniciales ideas que la cabeza de YoonGi traían consigo.

—Deberías tener más criterio Jimin, Nada es del todo bueno.— explico YoonGi, haciendo referencia a las múltiples veces que Jimin había usado talismanes para intentar salvar almas que llevaban mucho tiempo en pena.

Caminaron los pasillos y banquetas a los que tanto estaba acostumbrado, con la nueva dicha de que, Los casquillos estaban apagados esta vez.

No había lamentos, tampoco intentos por tomar parte de su energía, no había gente llamando su nombre incluso cuando esta ya estaba muerta, y lo apreciaba  la experiencia había sido buena.

¿Cuanto tardaría su creador en darse cuenta que un Ángel había llegado a el por error y lo tomaría de vuelta? Eso quería saber, por que eso pensaba el.

Al llegar a la cafetería, la típica y acogedora campanita sonó al abrir la puerta, llamando la atención de el único mesero en ella.

El menor por costumbre se acercó a el más pálido, intentando abrazarlo hasta que un Ángel de cabellos oscuros se colocó en guardia delante de el mismo con la espada protegiendo a su portador.

—Identificate...

Pidió Jungkook mientras su espada seguía amenazando a el rubio que ahora había caminado delante de el pálido.

Ambos portadores estaban descontentos y desubicados,¿por que actuaban de esa manera si ambos eran ángeles?

—Park Jimin, Ángel de encomienda para Min YoonGi y tu... eres Jeon Jungkook, Ángel de Kim Taehyung, ganador de el renacer ¿No?

El contrario asistio,Nadie más sabia que pasaba, Taehyung estaba notoriamente molesto haciendo un suave puchero ya que Jungkook le había prometido que era el único que conocía aquel secreto.

— Deberían dejar de comportarse así, hasta yo puedo ver que es inofensivo Jungkookie.

El rubio analizó a Taehyung,quien sin  lugar a duda le miraba sin resentimiento.

¿Era un humano también? Por que podía verle? Entonces el aura de Jungkook cambió, acercándose a aquel pequeño chico y dejando un beso en su frente

El Ángel no tomó eso de la mejor manera, preocupado por la estabilidad mental de el contrario colega.

—Eso es un pecado para el creador, estas besando a tu portador... Ustedes... No funciona así.

Y entonces la mano de el palido se posó en el hombro de Jimin, quien lo analizó sin problemas pagándolo en seco.

—Ellos son así, no te metas en su relación, "El Ángel no pecó, al amar, El humano lo hizo al condenar a quien amaba" ¿lo recuerdas?

Le pregunto, eso era algo que solo su creador y ahora el sabían, entonces la sensaciones cambiaron y pudo ver, que sin lugar a dudas el aura de aquellos dos chicos juntos complementaba.

Tu Eres Yo, Yo Soy Tu y Juntos Somos Todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora