Fireproof

seis

Habían pasado tres meses, dos desde que se enteró de la posible y poco creíble muerte de Harry y un mes desde que había dejado la granja y había regresado a Italia. Había peleado con Zayn, fastidiado porque a pesar de no haber peligro en Rusia y mucho menos en su estúpida granja seguía minuciosamente la lista que Harry había dejado y no le dejaba hacer nada.

¿Quién se creía? Al único que le soportaba su manera tan mandona de ser era a Harry.

Y quizá odiaba escuchar las historias que Zayn le contaba de Harry, era egoísta y estaba actuando como un niño berrinchudo pero no podía soportar que Zayn tuviera tantos recuerdos con un Harry libre y feliz y que sus historias apenas tuvieran a un Harry hablando.

Y la peor parte era que seguía sin tener noticias de su precioso rizado, le costaba despertar todos los días sin tenerlo a un lado y comenzaba a extrañar su silencio, irónico.

Lo había buscado por todos lados sin éxito, había hecho todo lo posible por contactar a las personas que lo tenían pero no sabía quienes eran o qué querían y entonces contrató a un detective, le había costado una fortuna encontrar al mejor pero Louis iba a pagar el precio que fuera necesario para tener a su rizado de regreso.

Su nueva casa era un caos total, tenían el doble de seguridad y Louis se sentía asfixiado y molesto con todos todo el tiempo, una de las mucamas tocó su puerta con una carta en una bandeja de plata y la despidió con un movimiento de mano y leyó la carta con los ojos llorosos y las manos temblorosas.

Bajó corriendo las escaleras hasta el estudio donde estaba su padre y abriendo la puerta de golpe lo encaró.

"¿¡CÓMO PUDISTE!?" Louis golpeó su pecho con el llanto quemándole las entrañas.

"¿Hijo? ¿Qué pasa?" Jacob lo sujetó de los brazos y Louis se zafó.

"ME DIJISTE QUE ESTABA MUERTO, ME IBAS A OBLIGAR A IRME A OTRO PAIS Y ESTÁ VIVO, ESTÁ VIVO MALDITO MENTIROSO." Louis sollozó con fuerza alejándose cuando su padre alargó su manó a él.

"Louis..."

"Te odio." Sentenció mientras se limpiaba las lágrimas. "Casi te creo papá, casi me creo el cuento ese que te inventaste para no ir a buscarlo, era tu trabajador mas fiel y lo abandonaste."

"Louis. déjame explicarte..."

"Me has visto muerto en vida por él, soy tu hijo ¿cómo pudiste hacerme esto?"

"No te merece, creí que sí pero es un cobarde y no mereces que esté a tu lado." Jacob ni siquiera lo miró. "Ya está en el hospital siendo atendido ¿no es así? Ya está bien, podemos arreglarlo."

Louis apretó los labios, Harry lo quería, aunque no fuera de la misma manera que Louis lo quería a él no le importaba, su padre no tenía derecho a decirle tales cosas cuando Harry había sido todo para él durante cinco años.

Nunca iba a perdonarle esto, nunca iba a perdonarle haberlo mantenido lejos de él. Con una última mirada llena de odio cerró la puerta del despacho haciendo puños la carta que su detective le había mandado y subió al auto marchándose. 

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Louis entró tropezando al cuarto de hospital y lo vio, estaba viendo a la ventana así que no notó su presencia. Aprovechó para observarlo de manera detallada, su rostro tenía cicatrices y su labio estaba lastimado, podía ver una venda en su mano y sabía que la bata estaba cubriendo muchas cosas más pero eso no le quitaba lo hermoso. Louis no sabía cuando iba a dejar de sentirse tan cautivado por aquel alfa.