Fireproof

uno

Louis le echó un vistazo a la habitación y sonrió complacido, la figura alta detrás de él permanecía en silencio mientras lo observaba. Ya se había acostumbrado, Harry nunca hablaba, sólo lo necesario.

"Es agradable."

"Es seguro." Dijo Harry con su voz gruesa que le enviaba escalofríos cada que lo escuchaba hablar.

"Es seguro." Repitió y lo miró por unos segundos antes de comenzar a desabotonar su camisa.

Harry permanecía quieto, su postura derramaba exceso de seguridad y confianza y era por eso que Louis podía dormir como un bebé en las noches.

"¿Me ayudas?" Susurró acercándose, Harry ya estaba al tanto de sus intenciones y no era como que Louis intentara ocultarlo.

Los dedos ágiles del guardaespaldas le desanudaron la corbata y volvió a poner sus manos tras su espalda, alerta.

"Nadie me va a hacer daño contigo aquí, grandote." Louis bufó y se tiró en la cama.

"Estaré afuera."

La puerta se abrió y Louis se levantó deteniéndolo.

"No."

Harry parpadeó.

"No te vayas." Susurró, sabía que Harry le daba privacidad cuando sentía que podía hacerlo pero a Louis le aterraba la idea de estar solo. Desde aquella noche Louis no toleraba no sentir su presencia cerca aunque Harry estuviera fuera de su puerta listo para cualquier cosa necesitaba sentirlo más cerca.

El guardaespaldas asintió y volvió a cerrar, la lluvia golpeó en las enormes ventanas de su cuarto de hotel y Louis se hizo bolita sobre la cama. Harry se acercó y lo cubrió con las cobijas hasta que sólo fueran visibles sus ojos.

"Buenas noches, Hazz."

—✦—

Louis despertó con una bandeja llena de su comida favorita y sonrió buscándolo; ahí estaba tan guapo y encantador como de costumbre, con su rostro serio y sus ojos siempre alerta parado frente a la puerta.

"¿No te cansas estar todo el día parado?" Preguntó mientras untaba mermelada a un bagel y se lo llevaba a la boca.

"No."

Louis soltó una suave risa y untó mermelada a otro bagel.

"Toma." Alargó su brazo, Harry lo miró. "Para ti."

"Ya desayuné." Harry lo miró durante unos segundos y luego volvió a fijar la mirada al ventanal.

Louis hizo un mohín y bajó su brazo lentamente, ya no tenía hambre. En dos pasos Harry estaba frente a la cama, Louis sonrió.

"Te gusta hacerte del rogar." El castaño gateó hasta la orilla y se hincó para quedar a su altura, puso el bagel en su boca y esperó. Harry titubeó unos segundos antes de morder el bagel. "¿Rico?"

Harry asintió mientras tragaba, Louis le ofreció otra mordida sin dejarlo tomar el bagel hasta que lo terminó. El castaño le limpió las comisuras de los labios y con sus manos le alisó el traje.