Fireproof

diez

Harry había dejado a Louis en la empresa de Jacob, aquel lugar que mantenía el lavado de dinero bajo la alfombra y que a ahora Louis debía controlar a sus cortos veintidós años. No le gustaba dejarlo solo por tanto tiempo, no le gustaba dejarlo solo, punto.

Algo andaba mal, lo sabía, pero aún no podía descifrarlo y lo estaba volviendo loco.

Jacob le había pedido una hora a solas con su hijo con una mala cara y Louis accedió porque algo tramaba. Subió a su auto y dudando lo encendió dispuesto a ir al supermercado a hacer la compras para su hogar y quizá su mente se despejaba un poco y el tiempo pasaba más rápido.

Louis había estado viviendo con él por dos semanas, no creyó que lo doméstico le gustaría tanto pero ya no imaginaba entrar a ese lugar sin Louis en él. Había estado pegado al castaño por muchos años y tenerlo rodeando su órbita veinticuatro siete era incluso reconfortante; ya podía dormir.

Estacionó cuando llegó al supermercado y bajó tomando un carrito pensando que debería renovar su closet porque Louis tenía demasiada ropa. Caminó por los pasillos metiendo las compras mientras leía etiquetas y comparaba precios, dios, realmente estaba domesticado.

"Harry." Una voz cantarina lo hizo quitar la vista de los ingredientes de la salsa de tomate, Nora sonrió metiendo un mechón tras de su oreja. "Hola."

"Hola." Harry dejó la salsa en su lugar y tomó otra leyendo la etiqueta.

"¿Cómo estás?" Preguntó la pelirroja.

"Vivo." Murmuró y decidió que esos ingredientes le gustarían más a Louis así que tomó dos frascos y los dejó con cuidado en el carrito.

"Que gracioso." Nora comenzó a caminar a su lado. "¿Has visto a Zayn? Las cosas en su gran..."

"Zayn está bien, le presté dinero e iremos unos días para ayudarle."

"¿Iremos?" Los ojos de Nora se iluminaron.

Harry suspiró y la miró intentando ser amable.

"Louis y yo."

"Oh." Tragó saliva. "Creo que puedo ayudarle también, le diré que prepare mi cuarto ¿recuerdas cuando pasamos horas viendo a las vacas y como Zayn cayó del caballo?"

Nora siguió parloteando y Harry no tenía fuerzas para decirle que no le importaba, que estaba feliz en el presente y aquellos recuerdos estaban enterrados en lo más profundo de su mente. Siguió haciendo sus compras con Nora a su lado, la chica llenaba su carrito y Harry pensó decirle que las compras que había hecho no tenían sentido pero no se iba a involucrar.

Cargó las bolsas hasta su coche y observó el reloj en su muñeca, media hora había pasado, media hora faltaba para poder recoger a Louis e irse a casa.

"Entonces le dije que no era importante y él siguió insistiendo hasta que le di mi número." Nora soltó una risa tonta y Harry volvió a suspirar.

"Me iré."

"¡Espera!" Lo tomó del brazo y Harry miró su mano y luego a ella. "¿Puedes darme un aventón? Creo que me quedé sin dinero para poder regresar."

"Vives lejos, este lugar está al otro lado de tu casa ¿por qué viniste hasta acá?" Harry alzó una ceja.

"Aún recuerdas donde vivo." Susurró y batió sus pestañas.

Harry se mordió el interior de la mejilla y subió las compras de Nora a los asientos traseros, quizá ir al otro lado de la ciudad y regresar podía matar el tiempo.

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Louis rodó los ojos por décima vez y escuchó a Jacob soltar un suspiro.