Fireproof

siete [parte uno]

"Puedes irte a descansar, mañana me dan de alta." Los labios de Harry se presionaron contra su frente, Louis negó aferrándose a él. La camilla era pequeña para Harry y con Louis sobre él apenas podía moverse.

Habían pasado tres largos días en los que ahuyentaba a su padre si quería acercarse e ignoraba las malas miradas de su madre.

"Quiero estar aquí para irnos a casa." Susurró, aún tenía la amarga conversación con su madre en su mente.

"Lou..."

Louis alzó la cabeza rápidamente y lo miró con los ojos brillantes mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

"Dilo otra vez."

Harry le regresó la mirada y apretó sus labios para no sonreír.

"Lou." 

Louis escondió su rostro en el pecho de Harry mientras sus mejillas se sonrojaban y su corazón latía con fuerza, se sentía cálido otra vez.

"Te extrañaba tanto, tanto, tanto, tanto." Susurró e hizo puños la bata del guardaespaldas. "No ibas a dejarme, nunca harías algo así."

"Nunca." Harry le acarició la espalda con cariño.

"Estoy enamorado de ti."

Harry detuvo su mano, sintió como Louis soltó su agarre y vio aquellos zafiros que lo habían hipnotizado mirándolo con curiosidad y ansias.

"Pero eso es obvio ¿no? Ya lo sabías." Soltó una suave risa. "Tan sólo mírame, no puedo alejar mis manos de ti, mi omega pide tu cercanía y mi corazón anhela tu toque y no espero que tus sentimientos sean mutuos, no voy a mentir y decir que voy a estar bien si no me quieres de esa manera pero viviré con ello." Volvió a acurrucarse sobre su pecho y suspiró.

"¿Por qué me dices esto?" Harry habló después de unos segundos en silencio.

"Porque viví en carne propia lo que es perder a alguien que amas aunque hubieran sido unos meses." Sus dedos tamborilearon en el brazo del rizado.

"¿Me amas?" Preguntó Harry anonadado.

"Lo hago." Le besó el pecho y pronto estaba acostado en la camilla con Harry sobre él, tenía una extraña mirada y estaba sonriendo.

"¿Me amas?" Volvió a preguntar en un murmuro, si Louis se movía sabía que sus labios iban a chocar porque Harry estaba cerca, tan cerca.

"Te amo." Susurró mirando sus esmeraldas y luego bajando la vista a sus labios rojos.

Cuando Harry presionó sus labios contra los suyos Louis soltó un suspiro ahogado y sus manos subieron hasta sus rizos tirando de ellos con suavidad. Harry tomó el control en el beso y no le molestó en absoluto, se dejó guiar por aquellos labios carnosos de los que tanto había soñado dejando que chupara su labio inferior y tirara de éste con sus dientes antes de besarlo con suavidad, Louis intentó soportar quedarse sin aire pero no pudo y un chasquido sonó en la habitación silenciosa cuando se separaron.

Harry lo observó unos segundos, Louis se sintió pequeño ante aquella mirada y le gustó. El rizado le besó los labios cortamente antes de quitarse de encima suyo pero cayó de la pequeña camilla con un estruendoso golpe.

Los ojos de Louis se abrieron y se asomó para verlo tirado con los ojos cerrados y una mueca de dolor.

"¿¡Estás bien!?" Louis iba a tomar el control para llamar a una enfermera cuando la carcajada del rizado lo hizo detenerse.

"Literalmente caí por ti." Dijo entre risas, Louis apretó los labios pero la risa encantadora de su guardaespaldas era tan contagiosa que terminó riendo con él sin poder parar.