Evitar.
Hablemos de problemas, cualquier tipo de ellos. A nadie le gustan, pero a mi novio en especial, le nació una tendencia obsesiva a evitarlos.
¿Que por qué lo digo? Simple. Piensa en que tendrás una reunión con tus compañeros de la escuela por el tema de un trabajo colectivo, ellos no te agradan, o en su defecto, no tienen idea de quién eres tú.
Lo más sencillo sería mandarlo al diablo, preguntarte qué es lo peor que podría pasar e ir a salvar tu calificación; o, para una persona más positiva, la oportunidad perfecta de darse a notar ante aquel grupo de personas, ¿verdad?
Bueno, el tema aquí, es que JeongIn no era, en efecto, una persona que pudiera mandar con facilidad las cosas al diablo, mucho menos alguien que deseara darse a notar.Recuerdo la primera vez que lo ayudé con uno de sus problemas. Aunque siendo honesto, el "ayudé" está encerrado entre muchas comillas, puesto que fuera de aconsejarle, no logré hacer nada.
— ¡Minnie! – lloriqueó cuando estuve en la puerta de su casa; esa vez, no esperaba el abrazo que me recibió.
— Hey, ¿qué pasa, pequeño?
I.N. me invitó a pasar, casi empujándome adentro también. Explicó la situación; se supone que debía ir a casa de uno de sus compañeros para un proyecto escolar, pero no conocía a su equipo.
— B-bueno, los trabajos en equipo para eso son, In. Conoces gente, y no tienen que volverse tus amigos; quizá deberías intentarlo – sonreí en un nulo intento por convencerlo, sonrisa que se esfumó tan pronto divisé la expresión de espanto en su rostro.— ¿¡Acaso estás loco?! ¿¡Me quieres muerto, SeungMin?!
Por sus gestos parecía como si estuviera jugando, pero cuando sus pupilas comenzaron a temblar, entendí que JeongIn no estaba jugando a nada, mucho menos trataba de hacerse el gracioso; quise ayudarlo pero no podía, una sensación de pánico me invadió cuando silenciosamente su cuerpo se llenó de espasmos y temblores ligeros, haciendo que lágrimas silenciosas surcaran sus lindas mejillas.
No le gustaban los abrazos, era huraño a ellos, sin embargo su pequeño cuerpo y su mirada perdida en mis ojos me rogaban a gritos atraparlo conmigo, y eso hice.Innie comenzó a llorar, confirmando mi idea de que verlo así era la cosa más desgarradora del mundo. Oh, y vaya que yo aún no había visto nada.
Sinceramente, no lo entendía, ¿por qué algo que se resolvería tan simple lo ponía en una situación tan cruel? Pasados unos minutos en los que se aferraba con brazos y piernas a mí, finalmente se calmó aspirando mi aroma, se apartó lentamente, tomando asiento en su cama frente a mí.
— Y-yo... lamento m-mucho que tuvieras que ver eso.
— No, yo lo lamento, Innie. ¿Por qué no les dices que... uhm...? – volteé la mirada un momento mientras pensaba – ¡Ah! Diles que tuviste que llevar a tu gatita al veterinario, esa siempre me saca de situaciones incómodas.
Lo vi tratar de sonreír, daba la impresión de que genuinamente quería hacerlo, pero le dolía intentarlo. En su lugar tomó el celular aún temblando, buscando el grupo que su capitán de equipo había hecho; sus manos amenazaban cada segundo con botar el aparato, a lo que solo atiné a tomarlas entre las mías.
— Uh... – asintió inhalando de manera pausada, se le dificultaba la respiración.
Al bajar la mirada a su celular pude ver la manera nerviosa en la que tecleaba para después borrar el texto que acababa de escribir. "Hola, lamento no hab..." y el cursor regresaba sobre sus pasos solo para proceder con un nuevo intento, una, y otra, y otra vez.
— E-estoy tardando demasiado – mencionó con la voz quebrada, causando una mueca de mi parte. Él se percató, a lo que espetó nervioso – Alguien seguro ya se habrá dado cuenta que estoy en línea hace un buen rato, ¡Minnie, van a saber que miento!
Miré la hora, solo había pasado a lo mucho minuto y medio desde que empezó con su intento de texto.
— I.N, si estás en línea o no, no es asunto suyo tu vida personal; además, las emergencias pasan, no te sientas mal.
— P-pero...
— Es una pequeña mentirita, y es por tu bienestar Innie, no hay porque tener miedo.
Suspiró, autoconvenciéndose al parecer, de que todo saldría bien. "Hola, me disculpo por no poder llegar a tu casa TaeHyun, surgió una emergencia" — ¿Así está bien?
— Está perfecto.
"Mi gatita se enfermó y tuve que traerla al veterinario; creo que no podré ir. Puedo enviarte mi parte del trabajo, no te preocupes.
Otra vez, disculpa". Lucía indeciso, me miró con los ojos suplicantes, pero no lograba entender qué quería que hiciera, hasta que me lo pidió — ¿P-podrías...? – me acercó su celular, ahí comprendí que quería que yo enviara el mensaje.Lo tomé entre mis manos mientras él se hacía pequeño en la cama, colocándose en posición fetal. Posicioné mi dedo sobre la flechita de enviar y el mensaje salió, TaeHyun no tardó mucho en responder, al igual que su compañero HueningKai.
"Está bien JeongIn, no te preocupes. Espero que tu gatita se recupere".
"Sí, cuídala mucho, Jeonginnie".Ante el inminente timbre de los mensajes, vi a mi novio temblar en su lugar. Comenzó con ligeros sollozos, convirtiéndose pronto en llanto.
— ¡Minnie!
Mi corazón se rompió. Era como un niño asustado pidiendo que no lo abandonara; quería llamar a Felix para pedirle ayuda, pero a la vez, me parecía imprudente hacerlo.
Lo único que se me ocurrió fue abrazarlo fuerte y botarlo a la cama; nos mantuvimos así un rato hasta que su respiración se reguló, finalmente dejó de llorar y se aventuró a pedir agua.Ese día, descubrí qué era un ataque de pánico.
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𝐌𝐚𝐤𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐞𝐝❜ || 𝐊𝐒𝐌 | 𝐘𝐉𝐈 ||
Short Story₊❏❜ 🥛⋮[ Él... ] ⌒⌒ - ', [ se merecía el mundo, ] ꒱ ↷🖇 - ,, 🕯 [ pero el mundo. ]⌇·˚ ༘ "=⌕ [ no lo merecía a él. ] // ❲✰────────◌─────⁺ ˖˚ ➻ Contenido original. ➻ Capítulos cortos. ➻ No acepto copias, ni adaptaciones. Totales o parciales; evítenme...