Capitulo cuatro

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[Sin editar]

[Capitulo cuatro ]

(个_个)

Taehyung

—¡No voy a ir! —la miré con desagrado

Era mi madre, pero no le daba el derecho de interferir en mi vida, no le daba el derecho venir y decirme que hacer

—No me levantes la voz, y no te estoy consultando, te vas a internar y punto.

—No lo haré

—Eres mi hijo y no quiero denunciarte para que te quemen en la plaza central, intertante y haz lo que te digo —habló cansada

—Pues que todo el mundo sepa que tienes un hijo maricón, felicidades, dos en uno —ladré con ironía

—Te vas a internar, es por tu bien

—Ahí te equivocas, no es por mi bien, es por el tuyo y se tu esposo —la apunté  y me di media vuelta

—Internate por seis meses y si no te curas, te vas y tendrás todo mi apoyo.

—No necesito tu apoyo

—Tu y yo sabemos que estás hablando desde la rabia, seis meses.

—¿Y si me rehuso?

—Perderas todo y no solo hablo del dinero, hijo.

Dudé, pero era una buena oferta, solo tenia que estar seis meses encerrado en ese hospital para poder ser libre para siempre, solo seis meses para poder irme y estar en paz.

Pero aceptar era darle la razón a mi madre, pero yo sé que no estoy enfermo y cuando me vea salir luego de seis meses habré ganado.

—Acepto, pero bajo mis condiciones

—¿Cómo cuales?

—No lo sé, todavía me falta pensarlas.

—Te internas la próxima semana, el miércoles para ser exactos. Ten —me tendió un folleto

—¿Aquí es donde me van a intentar "curar"?

Asintió

—Espero que cumplas tu palabra y convenzas a papá.

—Siempre cumplo mis promesas —extendió su mano y yo la estreché cerrando el trato

Ella era abogada y por un momento se me olvidó que estaba negociando con una experta.

Me di  media vuelta y caminé hacia la salida, el día estaba muy helado así que tomé mi abrigo favorito color café y salí a dar un paseo.

Caminé por las calles llenas de nieve con un paso lento, tenía que tomarme mí tiempo porque sería el último paseo que tendría en seis meses.

Próxima semana, es domingo en la tarde y solo me quedaban dos días, pero había sido mi culpa.

Soplé mis manos para calentarlas y las fronté entre ellas, observé que cielo color que se había pintando de color naranjo, seguí caminando hasta llegar al dichoso almacén que tanto me gustaba ir.

Misofonia VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora