Capítulo 7

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-Acepto/Me niego- dijeron Derek y Stiles al unísono con una voz firme y autoritaria.

Ambos se voltearon a ver con seriedad al instante con una cara de "¿Que fue lo que dijiste?".

-No voy a permitir que ese estúpido te lleve a ningún lado- dijo Derek señalando descaradamente a Deucalión con el dedo. Ya no le temía a ese "Alfa de Alfas".

Deucalión gruñó con amenaza pero a ninguno todos lo ignoraron.

-Derek- dijo Stiles con una seriedad que muy pocas veces había visto en él- Él me quiere a mi, no a ti. Déja que yo solucione esto por mi cuenta- le pidió con firmeza.

-No dejaré que nadie te haga daño- negó Derek con firmeza.

Stiles le regalo una suave sonrisa.

-Sé que no lo harás. Pero solo por esta vez, Derek Hale...confía en mi- pidió mirandolo directo a los ojos.

-Stiles- Derek sabía que podía dejar su vida entera a manos de Stiles sin dudarlo ni un segundo. Pero estaba en medio de ocho hombres lobos con garras, colmillos y superfuerza que podían desgarrarlo con facilidad si se formaba una pelea.

-Sé que temes por mi, Der, pero solo por esta vez...déja que yo me encarge de esto. Por favor- le rogó con ojos de cachorrito.

Y Derek no se podía resistir a eso.

-De acuerdo- soltó resignado y de mala gana.

-Son tan cursis que me da diabetes- murmuró Cora rodando los ojos

-Quién diría que después de todo el gruñón de Derek si es una cosita muy dulce- sonrió burlón Peter también susurrandole a su sobrina.

Stiles sonrió victorioso antes de dar unos pasos confiado saliendo de la barrera. Al poner un pie fuera de la barrera, los lobos de inmediato se empezaron a inquietar.

¿Qué diablos era eso? Se preguntaron todos.

Era un poder que venía de todos lados y de ninguna parte al mismo tiempo. Un poder que parecía provenir de la misma tierra, del aire, de la naturaleza o de todo.
Un poder sobrenatural con una saturación de energía que obligó a todos los presentes a dar un paso atrás.

-Stiles- susurró Derek perplejo.

Si, ese poder provenía nada más y nada menos que de Stiles. Era la chispa de Stiles brillando en todo su esplendor, era esa magia ancestral que corría por sus venas que por fin era expulsada y expuesta al mundo. Era ese impresionante poder que por fin era liberado, sometiendo incluso a los tres Alfas que estaban en la misma habitación con él en ese momento.

Incluso Noah que era humano, sentía ese hormigeo en su piel, como unas corrientes de energía pura invisibles que salían como hondas del cuerpo de su hijo, un poder que provenía de la misma madre naturaleza.

Deucalión lo miraba fijamente con una sonrisa en su cara, este era en poder que había sentido en el Omega y que él quería. Ese poder que el niño tenía, él lo quería, ese niño tenía que estar con él costara lo que costara.

Stiles alzó la mirada hacia los lobos con el poder de su chispa revoloteando en el aire obligando a los lobos a somenterse ante él.

-Chicos, desde este momento les voy a hablar con seriedad- los miró a todos- Scott, tu has sido mi mejor amigo, mi hermano desde que tengo memoria. Sabes bien que jamás podría verte de otra manera. Eres mi hermano, Scott, y siempre lo serás- miró al chico latino quien retrocedió un paso como si le hubiera dado un puñetazo o como si por fin hubiera vuelto en sí.

-Stiles- susurró parpadeando y volviendo sus ojos a la normalidad- ¿En qué diablos estaba pensando?- susurró para si mismo negando con la cabeza y antes de salir corriendo de allí.

¿Qué le pasa a los pulgosos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora