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(Así nos mira la Gal Gadot ;)
Narra ______
–Simplemente ¿Escapó?–preguntó Dua mientras metía unas cosas al carrito
Le pedí que me acompañara al supermercado para comprar unas cosas que hacen faltan en mi departamento. Mis padres insistieron en que me quedara con ellos pero me negué
Su casa, sus reglas y eso no me gusta
Han pasado tres días desde la fiesta, no he hablado con Gal por que borré su número tiempo atrás y no pude recuperarlo
–Si, es como si no quisiera que me acercara–respondí caminando por el pasillo de lácteos
–A lo mejor solo estaba nerviosa, no todos los días te reencuentras con tu ex y casi lo besas–comentó metiendo un gran bote de helado
Le miré negando y sacándolo, pero ella me lo arrebató y lo volvió a meter
–Son mis compras Lipa–me quejé mirándola
–Si pero yo voy seguido a tu casa y quiero que cada vez que vaya, haya helado en el refrigerador–dijo metiendo unos chocolates y demás dulce
–¿Quieres que pierda la forma?–cuestioné incrédula
–Ya sabes como soy–respondió simplemente para seguir eligiendo cosas
–Me dejarás en bancarrota Dua–dije riendo por que parece una niña
–Tu me invitaste, no te quejes–bufé rodando los ojos para seguir comprando mis cosas
Me rendí por que no me podía negar a lo que ella me pedía, es mi culpa por tener tan consentida a mi mejor amiga
–Sabes...quiero presentarte a una linda chica rubia que conocí en la fiesta–mencioné recordando a Lili
–No me van las rubias–informó viendo una caja de galletas
–Créeme, está chica te va a gustar–ella solo se encogió de hombros
Seguimos caminando, por mi parte yo compraba cosas que sabía iba a necesitar para preparar comida, pero Dua solo metía cosas innecesarias
Cuando estaba por la mitad de la lista escuché un quejido por parte mi amiga, la miré y ella estaba mirando abajo. Una linda niña castaña había tropezado con su pierna y cayó al sueño sentada, me puse de cuclillas para ayudarla a ponerse de pie
–Hola linda ¿Estás bien?–preguntó Dua inclinándose también, la niña solo asintió algo tímida
–¿Cuántos años tienes pequeña?–pregunté picando su pancita con mi dedo, ella solo rió levantando dos deditos
–______ como que se parece a ti ¿No?–mencionó Dua mirándome y después a la niña
–Amelia ya te he dicho que no corras así–escuché una voz conocida, era Gal que se acercó a nosotras viendo a la niña
