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Narra ______ (g!p)
–¿Trajiste tu auto?–le pregunté cuando salimos
–Está en el taller, tuve que venir en taxi–respondió
–Vamos te llevo a casa–ella asintió y se fue en el asiento trasero para poder llevar a Amelia
Conduje hasta su departamento y me bajé rápidamente para abrir la puerta y ayudarla, cargué a nuestro hija mientras ella abría la puerta de la resección, mientras subíamos al elevador me di cuenta que Rose ya se había dormido en mis brazos.
–Gracias por venir–susurró acariciando delicadamente el cabello de Rose
–Gracias por avisarme–susurré de vuelta
–Prometí que te mantendría informada de todo lo que ocurriera con ella. No más mentiras–afirmó sonriendo de lado mientras mantenía la cabeza apoyada en la pared
Asentí viendo como las puertas del elevador se abrían, caminamos hasta su departamento y directamente llevé a Amelia a la habitación donde la acosté en la cama con cuidado.
–Eres lo más importante en mi vida, te amo pequeña...–susurré besando su frente y viendo como sonreía aún con los ojitos cerrados
Gal también se acercó dejando un beso en su mejilla. Ambas salimos cerrando la puerta con cuidado de no hacer ruido, suspiré lentamente viendo la hora en el reloj de mi muñeca.
–Muchas gracias por todo y disculpa si te desperté–se disculpó haciendo una mueca
–Por favor no te preocupes, mi hija y tu son lo más importante, iría hasta la otra punta del país si es necesario–reí acercandome a ella, tenía los ojos cristalizados y sonrió triste–¿Qué ocurre?–pregunté limpiando con mi pulgar una lágrima que resbaló por su mejilla
–______ ¿Puedo abrazarte?–preguntó en un susurro, sentí mi corazón quebrarse por el tono tan triste que usó
Sin decir nada la rodee con mis brazos apretando ligeramente su cuerpo al mío, escondió su rostro en mi pecho y podía escuchar como sollozaba. Acaricié su cabello mientras se tranquilizaba, después de varios minutos se separó limpiando sus mejillas húmedas por las lágrimas.
–¿Qué pasa Gal?–volví a preguntar manteniendo mis manos en sus mejillas
–Sin importar cuanto tiempo pase sigues siendo igual de linda y maravillosa–dijo sonriendo triste–Y sin importar el tiempo, tendré la firme creencia de que eres lo mejor que me ha pasado–tenerla tan cerca se sentía realmente bien
Nos miramos a los ojos y poco a poco nos fuimos acercando hasta que el espacio entre ambas era casi nulo.
–¿Puedo besarte?–susurré poniendo mis manos en su cintura, ella sonrió con ternura
