Capítulo 27

783 94 3
                                    

¿Lucía tan mal como para que Evan se levantara del sofá para ver cómo me encontraba? Y es que en su mirada había preocupación. Me encontraba ligeramente despeinada con la mano encima de mi otra mano y el vendaje manchado de sangre.

También tenía raspaduras en mis brazos por el marco de la ventana. Aunque tal vez la palidez de mi rostro era lo que le preocupaba. Seguía asustada, tanto que me sorprendía no haberme desmayado.

—¿Estás bien? —tomó mi mano en un acto de delicadeza y quitó la venda para confirmar que la herida se abrió—. Necesitamos cerrarla nuevamente. ¿Qué sucedió, Olivia?

—Me persiguió un perro.

Se quedó en silencio algunos segundos para después reír.

—¿En serio? No era cualquier perro. Era uno con músculos. Estuve a punto de mojar mis pantalones.

—Tranquila, de eso me encargo yo.

Entrecerró los ojos con una ligera sonrisa. Después alzó la ceja izquierda sin deshacer la antigua expresión.

—¿Estás diciendo la verdad?

—¿Por qué mentiría?

El arma con el que disparaban tenía silenciador. La única forma por la que se podría enterar sería por el reporte de la policía al encontrar las balas en el pavimento. Pero eso era muy imposible de pasar.

—¿Porque eres mentirosa?

Me dirigió al sofá. Me senté y esperé a que regresara con lo necesario para volver a cerrar la herida. Por lo tanto, pensaba en el momento que colocaron el rastreador en mi nuca. Hacía memoria, pero no encontraba en qué parte de la pelea con los Wolff fue. Pero estaba segura que sucedió ese día.

—¿Qué te ha dicho Jaden?

—Nada fuera de lo normal. Está cansado de todo esto, y cree que buscar a Ernest es una pérdida de tiempo.

—¿Tú qué crees?

—Que Tobias está obsesionado.

—Hablamos de Jaden.

—Jaden es un niño. No sabe lo que es bueno y lo que es malo. O lo que puede ser una pérdida de tiempo —respondió mientras se encargaba de mi mano. Estaba más concentrada en su determinación, que en el dolor que provocaba el alcohol en la herida.

—Yo sé lo que es una pérdida de tiempo.

—¿Y qué es? Según tú.

—Tratar de agradarte.

—Tú me agradas. Brook, Jaden, Tobias... Todos me agradan.

—¿Entonces...?

—Estoy enfermo, Olivia. Claro está que uno puede volverse narcisista, pero cuando lo naces, ¿qué hay por hacer?

—Remediarlo.

—Nina intentó eso conmigo. No lo logró, pero si no hubiera sido por eso, tal vez estaría en una prisión de máxima seguridad.

—¿Y te vuelves loco porque la familia te necesita así?

—¿Sabes cuantas veces le he salvado la vida a Jaden? ¿O a Tobias?

—No.

—Decenas. Si no fueran por mis arranques de ira, ellos dos estarían muertos ahora mismo.

—Y las marcas en tu espalda. Son heridas de bala, ¿no?

Evan tenía algunas marcas en su espalda y pecho. Sabía lo que diría a continuación.

Los chicos de Clarke✔️ [GAMEOVER 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora