Ellos llegaron a un acuerdo, parecía que los beneficios mutuos eran suficiente, ninguno de los dos se imagino mas de lo estipulado, jamás pensaron en ello, no se conocían, al final era solo un buen trato, una solución para sus problemas, ¿El mejor a...
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Dentro del auto camino a la casa de los Tomioka reinaba un silencio pacifico, placentero, era la confirmación de que ni Giyuu ni Shinobu deseaban otro lugar mas que este, más que sus presencias unidas, sus manos entrelazadas recordaban cada centímetro de piel que cada uno había sentido del otro, era una sensación de leve electricidad, algo que ninguno de los dos había sentido.
Giyuu por primera vez no pisaba el acelerador, disfrutaba cada segundo con todo a su alrededor, el camino entre los árboles era acogedor, y solo el guardaba el secreto de su último encuentro, miró a Shinobu quien había recargado su cabeza en el respaldo del asiento y cerrado los ojos, ella suspiró con una sonrisa bailando en sus labios mientras Giyuu sonreía a la vez, ella está cansada, él lo sabía, porque siendo sinceros también él estaba molido, había sido la noche más larga, más placentera y más agotadora de su vida.
Aparcó el auto mientras ella permanecía con la respiración acompasada, se inclinó hacia ella para hablarle al oído.
-Llegamos Shinobu- ronroneó mientras ella sonreía
-No estaba dormida- se burló ella mirándolo con los ojos entrecerrados.
-Si claro Kocho- bromeó el mientras salía del auto y la ayudaba a ella para entrar en la casa, tratando de no hacer ruido hasta que oyeron la voz de Kagaya provenir de la cocina.
-Mitsuri, date prisa solo tenemos unos minutos- le decía a su hija mientras se alistaban para salir, Shinobu escondió la cara en el pecho de Giyuu y este rio mientras trataban de no hacerse notar al dirigirse a las escaleras, Shinobu solo quería llegar a la habitación, porque una cosa era poder poner en su lugar a las bromas de Uzui al verlos salir del sótano y otra mirar a su "suegro" mientras este se da cuenta que apenas regresan, se pondría como farolito de solo pensarlo.
-¿Por qué no se limitan a la casa, la oficina era un lugar sagrado?- anunció Uzui lastimosamente en tono burlón sobresaltándolos al pie de las escaleras aun con pantalón de dormir y una playera.
-¿Apenas regresan?- inquirió el con la sonrisa burlona.
-No... ¿Tu crees?- preguntó Shinobu de forma irónica
-Giyuu tu novia esta de pésimo humor, de verdad hermanito si tienes algún problema ya sabes cómo medico puedo recetarte de esas pastillitas azules- bromeó Uzui mientras Giyuu gruñía y su novia soltaba un risita sin poder detenerse.
Giyuu la atrajo más hacia él y la vio a los ojos mientras la estrechaba a su cintura y sus manos bajan un poco más abajo de sus caderas.
-¿Tengo algún problema?- preguntó el mientras Shinobu negaba con la cabeza y se mordía el labio, Giyuu sonrió y la besó inocentemente solo rozando esos labios que lo enloquecían, Shinobu disfrutó del roce mientras sonreía.