𝐬𝐞𝐚 ; cs

𝘃. 𝘃𝗲𝘁𝗲

─¿como te llamas?

─no es importante.

─claro que lo es, así nos conoceremos más.

─no es necesario.

─¿por qué lo dices? ¿no te agrado? ─su voz había cambiado rápidamente a un tono triste y desanimado, dándole con sorprensa.

─no, digo, sí pero... solo... déjame cortar esto, ¿bien? mientras menos nos conozcamos mejor, ¿entiendes? ─intentando controlar sus palabras y emociones, el joven se concentró en cortar las cuerdas y alambres colados entre las escamas del castaño.

─¿no te es sorprende conocer una nueva especie? porque para mi sí, eres genial ─halagó sin querer, desconcentrando al otro en el proceso─, pero es una lástima que no me digas tu nombre, ¿es acaso porque no tienes uno? si es así entonces puedes inventar uno, no te preocupes.

─¿solo quieres saber mi nombre y ya?

─¡sí!

─si te lo digo, ¿te irás?

─¡sí! espera...

─me llamo siren ─digo tan pronto como pudo, sorprendiendo al chico─, y para mí es sorprendente que puedas respirar fuera del agua.

─ah sí, para mí también, antes no podía ─confesó con franqueza y algo pensativo. no se había percatado de aquello tan evidente.

─así que tu cuerpo se adaptó al entorno y evolucionó para poder respirar y resguardar tus branquias, fascinante ─para kappa la gran parte de los balbuceos del chico fueron imposible de entender, solo asintió inocentemente y sonrió─. listo ─anunció después de unos segundos más y mostrar que sus extremidades eran libres ahora, sintiéndose más relajado y menos tenso.

─¡gracias! te lo agradezco mucho, ¿como puedo pagarte?

─lléndote ─¿por qué debía ser tan... cortante? cada palabra que pronunciaba era inesperada.

─¿uh?

─este lugar no es seguro para una criatura como tu ─dijo mientras se levantaba y sacudía la arena de su ropa─, es muy peligroso, y si existes tu seguramente también existen otras especies iguales a ti así que si tienen al menos dos dedos de frente se mantendrán alejados de la costa que tenga todo rastro de civilización y de la raza humana, lo último que quiero es poner a otra especie con potencial en peligro.

─pero no entiendo, ¿peligro? ¿civilización? ─se le dificultó decir la última palabra pero aún así trató de seguir su ritmo de habla─ pero siempre te veo solo, no corro ningún riesgo, estoy seguro.

─solo escúchame y vete, no regreses de nuevo, los humanos son peligrosos.

─¿tu eres peligroso?

no hubo respuesta por un largo rato hasta que siren suspiró y su mirada bajó a ser triste, como la misma mueca que traía el día que lo vió por primera vez.

─solo lárgate.