𝐬𝐞𝐚 ; cs

𝘅𝗶𝗶. 𝗲𝘀𝗰𝗮𝗺𝗮𝘀

la marea era baja, decepcionante ya que se esperaba por lo menos una ligera brisa entre las olas pero el picor del sol tardó más que solo algunas horas.

kappa ya estaba cansado, su cuerpo se sentía diferente, algo más susceptible de lo normal, no sabía en qué sentido pero ya estaba listo para irse.

siren le entendió pero aún así quiso intentar algo, confundiendo al menor por la insistencia que tenía por que se quedara. en primer lugar le pasó sus lentes oscuros que tenía sostenidos en el cuello de su camisa, ya que se había dado cuenta de lo mucho que le empezó a irritar la claridad.

kappa se extrañó en cuento el más alto se levantó y fue al interior de su casa, dejandolo en espera de que fuera que fue a buscar, por lo que le dijo, al parecer fue por algo que ayudaría con el calor.

mientras un minuto avanzaba en su ausencia, una fuerte picazón provocó que sus escamas comenzarán a picar incesantemente y con vigor. cuando intento rascar su brazo sus dedos fueron cortados, al mirar con el ceño fruncido por el amargo dolor, se percató de que la causa de sus heridas fueron sus mismas escamas, las cuales parecían estar de un color diferente al habitual, uno más oscuro.

miró sus manos detenidamente, notando el pequeño hilo de sangre que destilaba de su dedo índice y medio, para luego frotarlas y sentir como su piel era ahora más áspera en vez de suave como solía serla normalmente.

sabía que fuera del agua hacía que tuviera sensaciones distintas y a ser físicamente un tanto diferente, pero aquello estaba fuera de sus límites.

siseó entre dientes ensimismado en el ardor de su mano y la sostuvo con fuerza por la presión; eran cortes deliberadamente pequeños pero notablemente profundos. no se sentía nada cómodo y no supo qué más hacer más que suspirar para disminuir el ardor.

se quitó el sombrero junto a los cansado, los dejó a un lado y se lanzó al mar, ocultándose bajo el muelle y exhalando con alivio, cándido en reposo a su vez que los minutos pasaban con lentitud, pero ahora no eran tan pesados.

─¿kappa? ─el llamado del mayor lo hizo volver a su realidad, atrayéndolo nuevamente a su anterior lugar de descanso─ pensé que te habías ido.

─no, es solo que hay mucho calor ─despreocupó, sonriendo con sutileza. cuando volvió a sentarse dónde hacía unos minutos a colocarse los lentes, el sitio yacía caliente, haciéndolo incomodar más no le molestó tanto como antes.

─ven ─al momento que siren estiró su mano, no supo qué esperaba que hiciera, no es como si fuera a pararse y caminar con él. en ese caso no hizo más que enarcar una ceja mientras lo observaba en espera de alguna explicación racional, pero lo único que obtuvo fue una disimulada risilla─. mira ─señaló hacia atrás de él, mostrando una gran toalla reposada en la arena y una enorme sombrilla junto a ella.

─¿allí hay sombra? ─asintió─ ¿y cómo quieras que vaya hasta allá?

─te cargaré ─dijo con obviedad a la vez que se acercaba y se arrodilló frente a él─, no debes pesar más de ochenta kilogramos, eres bastante delgado a mi parecer.

kappa recordó como hacía unos momentos atrás él mismo se había cortado con sus escamas, probablemente siren también se lastimaría si lo tocaba.

─no creo que sea buena idea ─musitó, preocupado.

─puedo con eso, no te mortifiques, en verdad ─aseguró sus palabras. pasó una mano por detrás de la espalda del castaño e hizo lo mismo por debajo de su cola solo para tener la posición lista.

─te lastimarás, mejor me quedo aquí ─trató de alejarlo y soltarse de su agarre aprovechando que era flojo pero el otro se interpuso en su plan de escape.

─¿por qué insistes tanto? ¿me crees débil o qué? ─fingió molestia en un tono algo frío confundido de su actitud.

─¡nada de eso! es que... ¿cómo te explico?

─luego lo haces.

harto de sus réplicas, lo alzó en sus brazos y pudo confirmar sus suposiciones hacia su peso, más sin embargo una vez empezó a caminar hacia la sombrilla una picazón comenzó a hacerse presente en sus brazos y manos y cuando pensó que no era nada, se convirtió en una mezcla de ardor y dolor, causando un casi desplome por la incomodidad.