Tᴇɴ

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YoonGi aún seguían sin creer que YooNa y JungKook estuvieran yendo en dirección a él, es decir, la mansión presidencial.

En la llamada que había recibido desde el teléfono del pelinegro, le habían dicho que tenían que platicar seria y urgentemente, así que no tuvo más opción que darles la dirección de su residencia y sentararse en la sala de estar a esperar.

Pese a que la curiosidad quería comérselo por dentro (pues había comenzado a pensar que algo malo le sucedía a sus amigos en su relación o que algo había sucedido con alguno de los Kang), sentía alivio pues sus padres andaban de viaje firmando miles de contratos políticos "que beneficiarían al país", así que no habría momentos incómodos. Para rematar, había dado el día libre a la mayoría del personal, y de los guardias se había librado afirmando que les daba el día libre pero pondría a otros en su lugar, cosa que no era cierta y en aquel ahora en la mansión sólo estaba él y una de las amas de llaves que se había negado a irse sin antes recoger el desorden del ático de la mansión así que allí estaría por largas horas.

Mordiendo su labio inferior con insistencia estaba, cuando el timbre de la casa sonó. Asegurándose a través de la pantalla que reflejaba la actividad fuera del gran portón de la entrada que fueran sus amigos los que tocaban, oprimió el botón que abría las rejas y esperó a que llegaran a él, parándose justo en la puerta y cruzado de brazos.

-¿No deberían estar descansado luego de tanto estudio?¡Que al fin entraron en la universidad, joder! Y en la misma que yo, para mayor satisfacción de los tres. A menos que haya pasado algo malo, no veo razón por la que estén aquí.

-Primero que nada, buenos días-mostrándose divertidamente ofendida, YooNa habló y con su mano hizo a YoonGi a un lado y pasó al interior de la mansión.

JungKook, con una imborrable sonrisa en el rostro (la cual relajó secretamente a YoonGi), dió un par de palmadas en el hombro del mayor y siguió a su novia hacia el interior del lugar.

-Wow-exclamó la pareja al unísono.

-Se nota que es la casa del presidente-bufó un JungKook risueño.

-Y pensar que casi nunca están en casa-susurró YooNa.

-Ajá sí, lo que sea. Díganme de una vez a qué han venido. No es que me moleste verlos, pero me están matando de la ansiedad-manifestó el castaño mayor, logrando sacarle unas risitas a sus contrarios.

-¿Hay algún lugar donde podamos hablar con plena privacidad?-preguntó la chica y YoonGi asintió.

-Mi habitación está libre de cámaras. Síganme.

Para cuando llegaron al dormitorio del muchacho, los invitados ni siquiera se tomaron el tiempo de analizar el sitio a detalle. Simplemente se sentaron junto a YoonGi en su cama y soltaron la sopa.

-Haciendo unas cuántas jugadas, hemos encontrado a tu hermana-las palabras de JungKook dejaron estático a YoonGi-. Está en un internado para monjas en España. Tienen una protección casi extrema, pero tengo un amigo allá que está plenamente dispuesto a recibirte y ayudarte a sacarla de ahí. No es tan difícil como aparenta. Parecerá que estarás en una película de acción, pero lo importante es el resultado.

-El vuelo sale dentro de unas horas así que tenemos tiempo de recoger tus cosas-sonrió YooNa-¡Ah! Y un detalle importante es el siguiente: Como tus padres notarán tu huída, supondrán que fuiste tras HyeSun, así que España no es un lugar seguro para ustedes. Ya el amigo de JungKook tiene instrucciones de darles asilo durante un par de días en los que compran el pasaje a donde sea que quieran ir. Ya le enviamos el dinero para que lo vaya convirtiendo a euros y así sea más fácil la compra.

《Cᴀɴ Yᴏᴜ Sᴍɪʟᴇ?》᯾ Mɪɴ Yᴏᴏɴ Gɪ ᯾✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora