Capítulo 5

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No sabían cuánto habían pasado en aquel abrazo, asumían que ya habían pasado algunos minutos, sin embargo, no parecían ser suficientes para ambos monstruos marinos, parecía que querían compensar el tiempo separados en un solo abrazo

Sin muchas ganas, ambos chicos se separaron del abrazo para mirarse con con una gran sonrisa, no hacían falta palabras para expresar lo bien que ambos se sentían al estar de nuevo juntos

- Alberto

La voz de Giulia los hizo salir de su pequeño trance, el nombrado movió su mirada para encontrar la de la pelirroja

- Giulia, te extrañé mucho

Y como con Luca, ambos se acercaron para abrazarse, pero este contacto fue de menor duración

- Y yo a ti, pecesote

- Bueno chicos, hora de ir a comer, imagino que deben estar hambrientos

Massimo llegó junto a los chicos mientras cargaba el equipaje de Giulia, los tres asintieron con una gran sonrisa

Los Marcovaldo comenzaron a caminar en dirección a la casa del pescador siendo seguidos por los padres de Luca

- Déjame ayudarte con eso Luca

Alberto mencionó viendo cómo Luca camino hacia donde había dejado su maleta, el menor negó con una sonrisa

- Y-yo puedo hacerlo

- Vamos déjame llevarla por ti, debes estar cansado del viaje

- Está bien, solo por qué sé que no pararás hasta que te diga que sí

- Me conoces tan bien

No sabían cómo o porqué las cosas parecían ser como si nunca se hubieran separado, la actitud infantil y coqueta de Alberto parecía estar intacta a pesar de haber transcurrido casi un año

- Apresurense muchachos, muero de hambre

La abuela de Luca los miró sonriente, sabía que de no hacer algo, esos dos se quedarían ahí por horas viéndose el uno al otro

- Ya vamos

Dijeron al mismo tiempo provocando una carcajada de parte de la anciana

*

*

*

Las calles parecían estar iguales para Luca, en cierta forma él creía que en todo este tiempo las cosas se verían bastante diferente, pero para su sorpresa, todo seguía igual

El recorrido hacia la casa Marcovaldo fue de todo menos silencioso, Luca y Giulia entretenían a todos con sus experiencias y anécdotas que habían vivido durante su tiempo fuera de Portoroso, además de contarles de cómo era la vida en la gran ciudad de Génova

Al cabo de unos minutos llegaron a dicha casa, Giulia saltó emocionada de poder estar en su casa de nuevo

- Bien, señores Paguro por favor tomen asiento mientras Alberto y yo preparamos la comida

Massimo habló señalando la mesa que había acomodado en el jardín, Alberto entró a la casa y espero a que el pescador también lo hiciera

- ¿Qué vamos a preparar papá?

- Trenette al pesto

Los ojos del chico se iluminaron y asintió frenéticamente mientras buscaba las cosas necesarias para el platillo. Desde que ganaron la copa Portoroso el año pasado, el Trenette al pesto pasó a ser una comida especial hecha solo en ocasiones importantes, en ese último año, Massimo solo la había preparado un par de veces, en su cumpleaños y en el de Alberto

Amor marino |Luca|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora