– Piero, que gusto verte por aquíMassimo se acercó a los chicos que recién llegaron, al ver al nombrado se alegró y, sonriente, inició una conversación con él
– ¿Cómo está señor Marcovaldo?
– Tutto va bene
Mientras Piero y Massimo mantenían una breve pero válida conversación, Luca y Giulia veían la escena con suma intriga, ver a Massimo hablar así de animado con alguien más era algo no tan común
– ¿Quién es él, Alberto?
Giulia había puesto su mirada en aquel chico de piel blanquecina, le llamaba la atención como con los rayos del sol parecía incluso porcelana
– Es un amigo mío, nos ha ayudado bastante con las entregas
– ¿Y como se llama?
– Piero, Piero d'Amico
Giulia dirigió su mirada de nuevo al chico, ciertamente estaba intrigada y ansiosa de conocer a Piero, aparentaba ser un buen chico
– ¿Es nuevo por aquí? No recuerdo haber visto su cara antes?
La pelirroja fruncío la mirada
– Viene de la aldea marina, su familia cultiva pepinos de mar
Luca de la nada recordó que la señora d'Amico, señora a quien le compraba los pepinos de mar para su abuela, había mencionado que tenía un hijo, pero nunca le mencionó más nada al respecto
– Nos vemos luego, señor Marcovaldo
– A più tardi
Piero sonrió por última vez saliendo de la pequeña casa, se unió al resto y observó a Giulia con una gran sonrisa
– Hola, tu debes ser Giulia
El de piel blanquecina extendió su mano esperando que la fémina correspondiera su saludo, para su suerte, Giulia tomó su mano y la agitó levemente
– Y tu debes ser Piero, ¿No?
– Así es, un gusto
La pelirroja sonrió ante la amabilidad del contrario, está primera impresión había sido bastante buena
– Pareces se alguien bastante amable, deberías aprender algo de él Alberto
Ante aquel comentario Alberto murmuró algo por lo bajo mirando a Giulia con las cejas fruncidas, suspiró y comenzó a caminar por la plaza hacia la heladeria, Luca fue el primero en seguirlo
Para fortuna de todos, la heladeria no tenía mucha clientela, solo había un par de personas que disfrutaba de su delicioso postre frío, Alberto y Piero corrieron al mostrador cuál niños pequeños mientras tanto, Luca y Giulia esperaban su turno pacientemente
– ¿Cómo es que te puede gustar el chocolate y la menta? ¡Es asqueroso!
Piero fingió una arcada mirando la extraña combinación de helado de Scorfano
– ¡Oye! Tu pediste café con limón, es aún más asqueroso
– El que no tengas buen gusto no es mi problema
– Soy yo o esos son dos actúan igual
La pequeña Marcovaldo llamó la atención de Luca hablando en voz baja
– ¿A qué te refieres?
– Me refiero a que parecen hermanos, por como se comportan
– Si, creo que tienes razón
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Amor marino |Luca|
Fiksi PenggemarDespués de todo un año de estudio, Luca y Giulia por fin tienen la oportunidad de volver a Portoroso, lugar donde pasaron el verano más loco y feliz de sus vidas Las cosas en Portoroso parecen no haber cambiado, sin embargo, esto no aplica para todo...