Pasadas las fiestas de Navidad comenzamos a tener un montón de compromisos laborales que hacen que Vanesa y yo nos veamos poco, aunque en cuanto podemos quedamos para comer o cenar, en su casa en la mía, en restaurantes del centro, con amigos comunes, salimos de paseo con los perros, incluso vamos a hacer algo de deporte juntas aunque al final terminamos paseando y hablando de nuestras cosas.
Podría decirse que somos una pareja muy normal, la verdad es que Vanesa pasa la mayoría de las noches que puede en mi casa, incluso se ha montado un pequeño rincón musical en mi salón, yo encantada de tenerla por casa.
Termino de trabajar y llego a casa lago cansada, Camarón viene a recibirme moviendo el rabo.
M.- Pero ¿Quién me ha echado de menos hoy?, tu verdad.-dije acariciando la cabeza del perrito
V.- Yo también eh!!!!
M.- Hola!!!! Estas de cocinillas?
V.- Si, hoy he probado a hacer salmón con salsa de naranja
M.- Huele muy bien.- dije acercándome y dejándole un suave beso en los labios. Me doy una ducha rápida y cenamos
V.- Perfecto, voy poniendo la mesa
Narra Vanesa
Cada vez me gusta más cocinar y Mónica que come a dos "carrillos" es mi conejillo de indias para probar todos mis platos, ha comenzado el año con mucho trabajo para las dos, en 15 días me voy a Argentina a un concierto junto a compañeras argentinas y españolas llamado UNICAS, acompañados de la orquesta sinfónica, el concierto será en el Teatro colón de Buenos Aires, va a ser una pasada de espectáculo, tengo muy buenas vibraciones para este evento, además voy desde aquí con Pastora Soler, mi "Amparo" como nos llamamos, mi amiga, un ser de luz y una de las mejores voces de España.
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Yo hago mi dueto con Hilda Lizarazu, no la conozco en persona pero seguro que se genera buena química entre nosotras, los otros duetos son increíbles, veré a Marta Sánchez que desde que vive en Miami nos vemos muy poco, niña Pastori, India Martínez, vamos un grupo genial que junto a las compañeras argentinas seguro que armamos una buena por Buenos Aires.
Ya viene Mónica de ducharse...
M.- Bueno ya estoy aquí, ¿Cenamos?
V.- Bueno...- dije sin poder apartar mi mirada de su escote
M.- ¡Vanesa!, puedes dejar de mirarme las tetas y centrarte
V.- Es que hoy no las he visto en todo el día, y tengo cariños de ellas.- mientras cogía con mis manos los pechos de Mónica por encima de la camiseta
M.- Yo también te he echado de menos.- dije subiendo mis manos a sus hombros y dándole un suave beso.
El beso se fue intensificando, nuestras se enrollaban como una enredadera, nuestras manos comenzaban a querer tocar piel por debajo de la ropa.
