Narra Vanesa
Me despierto y me quedo mirando a la mujer que me tiene loca, dormida, boca abajo, desnuda, con las manos apoyadas en la almohada, con su pelo revuelto , tapada con una sábana solo hasta la cintura, la despertaría con mil besos pero me encanta verla dormir, duerme sonriendo a veces y otras está inquieta pero no me canso de mirarla.
Me levanto con cuidado y me pongo una camiseta para salir a la terraza, anoche trasnochamos bastante y después de hacer el amor caímos rendidas dormidas.
Estoy haciendo tiempo para despertar a Mónica cuando ella me cierra el libro y se sienta en mi regazo dejándome un beso
M.- ¡Buenos días!V.- Hola dormilona, que animada te levantas
M.- Tengo hambreeeeee, después de la noche de ayer, me haces una cositas Vanesa que me vuelven loca
V.- ¿Cositas? Mónica por favor...
M.- Ya sabes que me da vergüenza hablar de otra manera... en fin ya sabes, me fo... de maravilla
V.- Tu también me fo... de maravilla
M.- Y tanto gasto de energía hace que ahora tenga hambre, ¿Qué planes tenemos para hoy? Eres mi guía turística favorita
V.- Hoy nos vamos con el coche a recorrer la isla, a buscar la playa de los Piratas, igual encontramos el tesoro oculto
M.- Yo ya encontré mi tesoro contigo.- dije dejándole un beso tierno
V.- Entonces ropa cómoda y bikini, voy a ducharme mientras llega el desayuno ¿Vienes?
M.- Siiiii
Narra Mónica
Vamos en el pequeño todoterreno descapotable cual aventureras, melenas al viento, canturreando y disfrutando del paisaje de la isla, siguiendo las indicaciones del dueño del hotel llegamos hasta la playa de los piratas, dejamos la carretera y llegamos por un camino hasta un lugar donde dejamos el coche junto a otro y unas bicicletas, no vamos a estar solas pero seguro que no hay mucha gente y estaremos muy tranquilas.
M.- Vane, yo cojo la sombrilla y las hamacas ¿Coges el bolso y la neverita que nos han puesto en el hotel?
V.- Vale
Avanzamos entre palmeras y ya llegamos a la playa, aguas cristalinas en la playa, arena casi blanca, una pareja, un grupito de adolescentes y nosotras pero con un montón de sitio para colocarnos y que nadie nos moleste.
V.- Bueno pues ya estamos, es precioso, ¿verdad?
M.- Si, divino, vamos a pasar un día estupendo, un día de camping playero como cuando éramos pequeñas
V.- Entonces habrá que echarse siesta ¿No?
M.- Pues claro, para eso hemos cogido las hamacas
Colocadas y después de leer un rato, me apetece bañarme, yo no me había quitado todavía la camisola, llevaba el mini bikini brasileño y le iba a dar la sorpresa a Vanesa
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7 veces Siempre
Художественная прозаFicción entre dos mujeres, Mónica y Vanesa. Desde sus comienzos hasta el día de hoy