Ya nos marchábamos a casa, la verdad es que tenía muchas ganas, por mí pero sobre todo por Vanesa, estaba agotada, durante la gira tuve que llamar un par de veces al médico porque se le habían disparado las pulsaciones y la tensión arterial, le había indicado que dejara el café y el té, que intentara descansar todo lo que pudiera y llevara una alimentación e hidratación adecuada, Vanesa no había hecho caso a nada...
Muestro equipo se había marchado a primera hora de la mañana, ya estaban volando a España, teníamos unos días de descanso pero en Diciembre teníamos conciertos pendientes allí, sólo quedábamos Vanesa y yo en México.
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Estábamos esperando al taxi para ir al aeropuerto cuando noto que Vanesa se inclina hacia delante y se pone la mano en el pecho...
A.- ¿Estas bien Vanesa?.- le pregunto preocupada
V.- Si, si, tranquila...no es nada.- digo como puedo porque me cuesta respirar bien
A.- ¿Seguro?.- pregunto otra vez y a la vez sigo buscando el taxi que nos lleve al aeropuerto
V.- Aa...Ana
A.- ¿Dime?.- dije mirando a Vanesa, cuando de repente se desploma contra el suelo
A.- Vanesaaaaa.- grite como una loca. ¡Llamar a un médico! Por favor...Vanesa cariño, abre los ojos joder.- gritaba desesperada y veía como un hilo de sangre le resbalaba por el cuello.
A.- ¡Joder un médico por Dios!.- dije de nuevo gritando. No puedo ver la sangre, me mareo, pero hice de tripas corazón e intenté aguantar junto a Vanesa sin desmayarme yo aunque estaba notando como me estaba entrando flojera en las piernas poco a poco.
Por fin se acerca una chica que es enfermera, le toma el pulso a Vanesa, la pone de lado con cuidado, movilizando la cabeza muy despacio y me mira intentando tranquilizarme, me dice que tiene el pulso fuerte, que igual ha tenido un bajón de tensión o una hipoglucemia, se ha hecho una herida en la cabeza por el golpe que le está sangrando un poco pero por lo demás se recuperará enseguida.
Enfermera.- Siéntate y baja la cabeza entre la piernas si puedes porque sino vas a ser tu la que se va a quedar inconsciente. Me llamo Carla y soy española, me iba ahora a España, he estado alojada en el hotel unos días. Tranquila Vanesa se pondrá bien.
Narra Ana
Menos mal que apareció Carla, yo estaba histérica y mi ayuda es nula si hay sangre de por medio. Me tranquilizó y ayudó a los sanitarios que llegaban en ese momento al hall del hotel, para entonces Vanesa ya había recuperado la consciencia, le tomaron las constantes vitales y le hicieron un electrocardiograma, todo normal excepto la tensión arterial que estaba algo baja.
C.- Parece un síncope vagal, una bajada de tensión, puede tener varias causas pero ahora lo importante es que recupere su tensión normal.
Terminan de hacerle el reconocimiento en una sala dentro del hotel, Lola la directora ha dispuesto todo lo necesario para atender a Vanesa en un tiempo record, en la herida de la cabeza le tienen que poner 4 grapas para cerrársela y que deje de sangrar, yo me quedo en una esquina de la sala bebiéndome un zumo de papaya que me ha dado Carla tumbada en un sofá con las piernas en alto, que no me he recuperado todavía del susto.
