El Viajero Fantasma

455 29 0
                                    

Altaira se encontraba parcialmente recostada en su cama del motel donde actualmente se hospedaban rodeada de los libros y papeles que encontró en la habitación de su padre, frustrada por la confusa y codificada investigación de su padre, decidió aprovechar ese raro momento de privacidad donde Dean dormía y Sam estaba fuera del cuarto, para revisar los mensajes de su celular, desde la cacería del Wendigo se materia en constante comunicación con Ben (el hermano menor de la víctima que tenía su misma edad) a escondida de sus hermanos.

Al terminar de leer y responder los mensajes de Ben guardo el celular (ya que rara vez podía mantener una conversación fluida con él) y se quedó observando la puerta, pensando en el más alto de sus hermanos. Sam llevaba días sin dormir prácticamente, y las pocas horas en las que si lograba dormir sus sueños estaban repletos de pesadillas, lo que más le molestaba a la menor de los hermanos Winchester es la falta de comunicación por parte de su hermano, ella está acostumbrada a que Dean no dijese nada de lo que sentía o lo atormentaba, que lo guardase todo para él como si no mereciera que alguien se preocupe por su bienestar, y ella tenga que estar descifrando y descubriendo lo que le pasaba, a veces pensaba que entrar al pentágono sería mucho más fácil y sencillo que intentar entrar a la mente del mayor de los Winchester; sin embargo el siguiente en línea de los hermanos era completamente opuesto al primero en cuanto a compartir sus pensamientos se tratase, por lo menos en presencia de la menor de los tres, siempre se compartieron sus penurias, miedos, sueños y ambiciones, este nuevo estado de mutismo frustraba a la joven Altaira mucho más que la escases de pistas en el caso del patriarca Winchester.

Como si hubiese conjurado al demonio, en ese mismo instante la puerta del motel se abrió lentamente, como si hacerlo de esta forma fuese la forma más efectiva de evitar que produzca algún sonido. Ante el sonido de la puerta Dean despertó y se preparó para tomar el arma que siempre escondía debajo de su almohada para atacar al intruso.

– Hola, buenos días Dean – saludo con un deje de burla el más alto de los tres hermanos

– ¿Qué hora es? – se quejó el mayor aun adormilado

– Como las 5:45 – respondió la menor revisando la hora en su celular – espero que uno de esos cafés sea para mí – acuso a su hermano a modo de saludo mientras este le extendía el brazo para que tomase uno de las tres tasas descartables

– De la maña – siguió reprochando el mayor, no le agradaba para nada el madrugar

– Si

– ¿Qué haces despierto? ¿Dormiste algo anoche? – el mayor se giró un poco para encarar su hermano menor, aunque no lo dijese en verdad le estaba preocupando su hermanito en especial su reciente insomnio.

– Sí, dormí un par de horas – contesto con vacilación

– Mentira – le reprocho el mayor mientras se levantaba – estuve despierto hasta las tres, y veías el infomercial de Josh Foreman – lo confronto con burla

– ¿Qué puedo decir? Es muy atractivo – intento salirse de la situación el más alto

– ¿Cuándo fue la última vez que dormiste bien? – pregunto el mayor dejando que la preocupación se filtrase en su voz

– No lo sé, hace tiempo. No es tan grabe

– Si lo es – le reprocho

– Oye... agradezco tu interés – comenzó a justificarse

– No me preocupo por ti, tu trabajo es cubrirme. Te necesito despierto – comentó intentando no parecer muy "nena" al preocuparse por su hermano – ¿Aun tiene pesadillas por lo de Jess? – pregunto luego de observarlo por unos segundos incomodos

La tercera WinchesterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora