1. Secuestro

1K 86 11
                                    

He decidido volver a subir cada capítulo de esta historia porque quiero mejorarla ya que tiene unos errores.


****

6:21 de la tarde.

La luz del día apenas era ya visible. La oscuridad de la noche se abría paso por toda la ciudad.

Decenas de personas caminaban de un lado para otro, ansiosos por llegar a casa después de un largo de día de trabajo o estudios, pero ese no era el caso de las tres personas que estaban en el interior de una Van color negro. Para las tres personas su trabajo estaba a punto de iniciar, justo cuando la oscuridad comenzaba a bañar las calles.

—Entonces entendieron el plan ¿verdad?—La chica de cabello castaño preguntó a las otras dos después de repasar su plan.

—Todo entendido hermana.—Contestó el hombre después de expulsar el humo de su cigarrillo—Desde hoy el estupido juez no dormirá tranquilo. No sabe lo que le espera.—Rió con malicia frente a sus dos hermanas.

—Al fin haremos pagar muy caro a ese maldito por lo que nos hizo.—La castaña volvió a hablar apretando la mandíbula.

Los tres hermanos al fin vengarían la muerte de su padre esa noche. Habían pasado días y noche planeado cautelosamente su plan que nada podía salir mal.

Desde hace una semana han estado vigilado a su objetivo principal.

—No espero la hora de que esa perra sea mía.—Habló el único hombre en aquella Van estacionada a las afueras de una de las mejores universidades de Seúl.—Y no quiero que ustedes dos—señaló a ambas chicas frente a él—se interpongan en mis planes ¿Entendido?—Una mirada asesina les lanzó.

—Haz lo que se te pegue la gana con ella.—Mencionó una de ellas restándole importancia a las palabras de su hermano.

—Ya casi es hora.—Avisó una de las chicas pasándose al asiento del piloto. Ella iba a ser la encargada de pilotear el vehículo—En cualquiera momento saldrá.—Dijo dándole una última calada al cigarro entre sus dedos antes de lanzarlo hacia el asfalto.

—Es preciosa, ¿no? Apuesto a que huele muy bien.—Sonrió mirando la foto entre sus dedos—Que lastima que tengamos que matarla tan rápido. Me hubiese gustado...—

—¡Cierra la boca, Minho!—Su hermana le arrebató la foto.—Concéntrate. Será tuya cuando llegue su momento. Ahora solo concéntrate en hacer bien las cosas, ¿Entendiste?—El hombre apretó la mandíbula. Odiaba que le dieran órdenes.

—¡Allí!—Gritó la chica detrás del volante señalado a lo lejos un lujoso Mercedes Benz negro—Son las placas.—Corroboró mirado en el pedazo de papel arrugado en una de sus manos.

—Es ese.—Minho confirmó desde atrás observando como el auto pasaba frente a ellos sin imaginarse su futuro—Síguelo en cuanto se vaya y mas te vale que no lo pierdas de vista.—Advirtió El hombre apretando su hombro con una de sus manos para después soltarla y colocarse una máscara de payaso en la cara al igual que su hermana menor, para así ocultar su identidad en cuanto su plan diera el segundo paso, porque el primer paso ya se estaba llevando a cabo.

Después de recoger a su ocupante en la entrada de la enorme universidad, el Mercedes negro comenzó su recorrido a una velocidad considerable entre las iluminadas y concurridas calles sin imaginar que unos metros atrás, una Van le seguía el paso con malas intenciones.

—La necesitamos viva, Dahyun.—Minho le recordó a su hermana al verla cargar el arma de fuego.
Minho no quería que Dahyun estropeara los planes que tenia con la pobre chica antes de matarla.

La chica del broche Rojo (MICHAENG) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora