La chica del broche Rojo (MICHAENG) PAUSADA

7. Atrapada

Su corazón martilló fuerte bajo su piel después de oír esas voces entre los árboles. Estaba segura que su fin había llegado en ese bosque después de horas intentando huir de ese lugar.

Ella lloró aterrada con la frente pegada al enorme roble cuando de pronto escuchó a su espalda:

"Te atrapé niñita estúpida." Dijo alguien.

Su fin llegó.

—No debiste escapar.—El cuerpo de Mina se paralizó y su sangre se heló. Finalmente la habían encontrado.—Esa fue una muy muy mala idea.—Siguió hablando la chica que a lo lejos la vio y no dudó en ir tras ella.—No tienes escapatoria, ¿sabes?—Se burló. Y mientras ella hablaba Mina decidió que iba a luchar hasta el último segundo de su vida sin importar el resultado. Limpiándose las lágrimas de las mejillas primero, apretó con sus dos manos el tubo de metal con el que se estaba sosteniendo y cuando estuvo lista, ella se giró sobre su único talón e intentó golpear a la persona que estaba detrás de ella, pero falló cayendo al suelo derrotada. No podía hacer mayor cosa con un tobillo doblado.

—Fallaste.— Se burló Chaeyoung después de verla caer de rodillas al suelo frente a ella.

—Te mataré...—Gimió Mina de dolor intentado ponerse de pie con la ayuda del objeto metálico.

—No creo que logres algo estando así.—Su tobillo señaló.

—¿Por qué me hacen esto?—Los ojos apretó por el dolor. Sus lágrimas amenazaron con caer por la
Desesperación, impotencia y miedo.—¿Que fue lo que les hice?—Dijo poniéndose de pie con dificultad para luego intentar golpear a Chaeyoung, pero de nuevo falló cayéndose otra vez.

—Suelta eso y podremos hablar.—Dijo Chaeyoung .

—¡Púdrete!—

—Shahshshsh... baja la voz.—A su altura se puso tomando el otro extremo del tubo Para que Mina no la golpease. Afortunadamente Chaeyoung fue la primera en llegar a ella y eso fue gracias a su gran habilidad de correr y saltar obstáculos dejando atrás a sus hermanos mayores.

—¡Te juro que los tres se van a pudrir en la cárcel por esto!—

—Maldición, baja la voz.—A su alrededor Miró alarmada con un dedo sobre sus propios labios.—Mis hermanos te oirán y no querrás eso.—Mina la miró confusa—Mira, estoy aquí para ayudarte a salir de este bosque y...—

—¿A-Ayudarme dices?—

—Si.—

—Vete al demonio.—El tubo jaloneó de su mano para intentar golpearla.

—Si te hubiese querido devolver a esa cabaña con mis hermanos, te hubiera golpeado con algo cuando llegue aquí sin que te dieras cuenta, pero no lo hice, porque quiero ayudarte a...—

—¡Chaeyoung!—Ambas escucharon y el corazón de Mina se paralizó. Sus ojos se clavaron en la coreana esperando el momento en que esta gritara y les avisara que estaban allí.

—Rayos, rayos...—Murmuró Chaeyoung—No vayas a gritar, por favor. Por lo que más quieras.—Suplicó en voz baja aterrada— Si lo haces a las dos nos va a ir muy mal, en especial a ti.—Le dijo mirándola a los ojos. ¿Podía créele? ¿Podía confiar en ella? La había golpeado hace un par de horas. ¿Cómo alguien te podía ayudar cuando casi la matas?.—¿Puedes caminar?—Mina seguía pensado—Oye...—Su mano pasó frente a su rostro para que reaccione.

—¿eh?—

—Ay, olvídalo. Debemos escondernos.—Su alrededor escaneó buscando un posible escondite.—Ya sé, ven...—Dijo comenzando a gatear primero, pero Mina se quedó en su lugar quieta por el miedo y confusión. ¿Que rayos estaba sucediendo? ¿Su secuestradora estaba ayudándola? —Dios...—Murmuró Chaeyoung volviendo a ella.—Te prometo que no te haré daño. Solo quiero ayudarte, ¿entiendes?—Mina negó con la cabeza.—¿Quieres vivir y volver con tus padres?—Mina asintió de inmediato—Entonces sígueme.—Y esta vez Mina la siguió gateando al igual que la coreana.