10. Broche Rojo

458 88 15
                                    


—Mina... Mina despierta... Mina...—La voz de Chaeyoung, Mina escuchó a lo lejos. La menor la estaba llamando en un tono sueve—Despierta...—Le dijo, entonces la japonesa con lentitud comenzó a levantar los párpados. Un poco desorientada se sostuvo de un codo y miró a su alrededor encontrando a Chaeyoung sentada sobre el suelo con una sonrisa en el rostro.—Hola.—Le dijo

—Ho-Hola.—La saludó Mina con la voz ronca después de soltar un suspiro triste y pesado al ver donde estaba. Hubiese deseado que todo lo vivido el día anterior hubiera sido solo una pesadilla, pero no, nuevamente se encontraba en medio del bosque, en la cueva.—Buenos días.—Con sus manos se peinó el cabello luego de sentarse. Hasta ese momento se dio cuenta que estaba acostada sobre el suelo con el sudadero amarillo de Chaeyoung encima, para así cubrirla de frío.

—Te prepare algo para que desayunes.—Con el mentón, la menor señaló la entrada de la cueva. Mina su mirada dirigió al lugar encontrándose con una fogata y un pez asándose sobre las brasas. Mina abrió los ojos con sorpresa.

—¿Y eso?—Preguntó con una pequeña sonrisa. No esperó ver aquello esa mañana.

—Pues... tenía hambre.—Sonrió y supongo que tú igual.—Sonrió antes de ponerse de pie.

—Wow...—Definitivamente Chaeyoung si sobreviviría sola en ese bosque, pensó.

—¿Puedo ver cómo está tu tobillo?—

—S-Si, claro. Ah, Gracias.—El Sudadero levantó levemente a lo que la Coreana le Contestó con una pequeña sonrisa poniéndose de rodillas frente a ella comenzado a quitar venda improvisada de Mina y las hojas secas sobre su piel—Genial—Le sonrió levantando la mirada hacia ella—Tu tobillo ya no está inflamado. Creo que ya puedes caminar por ti sola.—Informó limpiado el área con sus manos para luego levantarse.

—Averigüémoslo.—Mina se puso de pie con ayuda de la chica por supuesto que le extendió su mano.—Es cierto. Ya casi no me duele.—Un paso dio lento y luego otro hasta llegar a la cortina de agua que caía mientras Chaeyoung la observaba desde atrás alegrada por su recuperación.—Genial, ya puedo caminar.—Sonrió emocionada. Gracias al cielo no se rompió el tobillo, solo se lo dobló.

—Lávate mientras te sirvo.—Mina asintió comenzado a lavarse con el agua fría que caía desde arriba. Frente a la fogata Chaeyoung recogió con cuidado el pez de las brazas rojas posteriormente ponerlo sobre unas enormes hojas que le sirvieron como plato.

—¿Como es que pudiste atrapar semejante pez?—Mina de nuevo se sentó con cuidado sobre el suelo cerca del fuego.

—Bueno, por la madrugada cayó la lluvia...—

—¿Llovió?—

—Ajá. Gracias a eso el río se trajo a muchos peces desde allá arriba. Fue fácil atraparlo allá abajo.—Explicó entregándole su "plato" en las manos. —Ah, Lamento lo de la hoja.—Agregó

—Está bien.—Una cálida sonrisa le regaló robándole suspiro a la menor que sintió satisfecha.—¿T-Tu no vas a comer?—Le preguntó al verla sentarse y simplemente obsérvala.

—Ya comí. Moría de hambre.—Dijo recostando la espalda sobre la pared rocosa, cruzándose de brazos.

—Lamento haberte golpeado ayer y... la otra vez.—Mencionó Mina en medio de la comida—De verdad lo lamento mucho Chaeyoung. Yo estaba asustada... aún lo estoy.—Chayeoung tenía el ojo derecho levemente morado gracia al golpe con la roca.

—Está bien. Supongo que me lo merezco.—Contestó con un suspiro observando el agua pasar de largo por la entrada.—Por cierto. Quiero mostrarte algo...—Mencionó volviendo su mirada sobre Mina que seguía comiendo con gracia.—La verdad no sé si te pertenezca a ti o no...—En sus bolsillos buscó. Mina frunció el ceño.

La chica del broche Rojo (MICHAENG) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora