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Todo comenzó cuando la reina blanca perdió la primer jugada y con ello a quién más amaba, pero, ¿Qué hará cuando se entere quien es el rey de los alfiles negros? veamos si ella se atreve a hacer el úl...
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Una semana entera de papeleo era lo único que le esperaba a los detectives de delitos violentos antes de poder comenzar realmente con las investigaciones para su nuevo caso. Aburridos archivos fueron entregados por la fiscalía con la intención de molestar a Jeha y sus compañeros como castigo por insistir en continuar por una nueva ruta.
Hani tenía enormes ojeras bajo los ojos negros que solo resultaban más notorias debido al rímel corrido. Mina envidiaba eso de su compañera, Hani en esas condiciones de sobrexplotación con el maquillaje corrido lucía como una dramática estrella francesa, en cambio ella se miraba más como un mapache con problemas de adicción a la cafeína.
Aún así eran un excelente equipo dentro de la oficina. Sin embargo, la mejor amistad reconocida por muchos era la de Hani y Seungmin. Frente a otros eran la dupla perfecta cuando se trataba de trabajo, pero ellos sabían que significaban más que eso. Compartían una conexión especial desde que se conocieron por primera vez en la academia de policía.
El papeleo por fin fue terminado. Encontraron algo muy interesante dentro de los registros de donaciones. Hace algunos años atrás otra empresa había sido estafada de la misma manera que IN LIFE, otro depósito de cien mil millones de wons para la construcción de casas hogares destinadas a dar albergue a niños en situación de calle, había quedado en la nada.
The Sound era un enorme conglomerado de hoteles que gozaban con una gran fama al rededor del mundo. Eran los preferidos para las parejas que iban de luna de miel y un lujo para las familias que podían pagarlo en las vacaciones. Calificados con cinco estrellas promocionaban sus habitaciones como si fuesen un sueño hecho realidad.
Hani encontró algo muy interesante dentro del archivo. Tres años atrás los oficiales a cargo de ese caso realizaron numerosos interrogatorios, empleados, abogados, pero el que más llamo la atención, el contador de la compañía.
- Mira esto.- Hani se deslizo con su silla al otro lado de los cubículos hasta donde Seungmin se encontraba atento mirando el monitor frente a él con una taza de café medio vacía a un lado.
Seungmin estiró el brazo y colocó el dedo índice sobre la frente de Hani con la intención de detener su avance a una distancia prudente. - No te acerques más, solo he comido una manzana, me siento mareado y el olor de tu perfume me provoca nauseas.
- No seas estúpido.- Se quejó ella apartándole el brazo de un manotazo.- Tu me regalaste este perfume en navidad.
- Me parece increíble que haya tenido el descaro de regalarte algo tan oloroso.- Arrugó su nariz con una exagerada mueca de disgusto.- No dejes que lo haga de nuevo.
- Prometo que la próxima vez que lo intentes arrojaré la botella por la ventana.- Hani le dirigió una mirada recriminarte. Seungmin colocó la mano sobre su pecho fingiendo arrepentimiento antes de dibujar una enorme sonrisa en su rostro.
- ¿Qué es lo que querías que viera? - Tomo el respaldo de la silla azul y con cuidado la deslizo hasta dejar a Hani cerca de él.
Ella le tendió el papel arrugado que había estado sosteniendo.
