Capitulo 14:⭑La Carrera Mortal⭑

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 - Repítelo una vez más

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 - Repítelo una vez más.- Insistió Jeha mirándola con preocupación mientras Hani terminaba de ajustarse los guantes negros de cuero sobre las manos.

- Me ha quedado claro las primeras cien veces que lo dijiste, ya esta bien.- Respondió ella con la poca paciencia que aún conservaba.

- Solo dilo una vez más, quiero asegurarme de que realmente lo has entendido.

Hani lo miró con irritación y se dedicó a repetir el sermón que Jeha había recitado la cantidad suficiente de veces como para que ella memorizara cada palabra.- Por último.- Finalizó.- Si algo sale mal y no caen en la trampa, salgo inmediatamente de ahí y regreso a la base.

- Bien.- Susurró Jeha tratando de convencerse de que todo saldría tal y como lo planearon.

El resto de detectives pretendían disimular la tensión que corroía el ambiente como ácido vertido sobre hierro. La esperada noche de La Carrera Mortal  finalmente los alcanzó, con un cielo despejado, salpicado de estrellas titilantes que parecían girar en lo alto hipnotizando a todos con el espíritu de la incertidumbre.

Después de ciertas reparaciones en el taller de la policía, la motocicleta estuvo lista a tiempo para que Hani pudiese usarla y conseguir con ella el triunfo que todos esperaban. La pintura encerada y reluciente le provocaba un tironeo en la boca del estomago, era momento de regresar al pasado, la antigua Hani saldría a la luz apoderándose de su cuerpo y de su mente para regalarle lo que tanto había esperado, respuestas.

Se pregunto que tan egoísta se mostraba frente a sus compañeros ocultando la verdadera razón que la impulsaba a verse envuelta en una situación tan peligrosa, una que nadie podía controlar. 

No era capaz de admitirlo en voz alta, el pensamiento de descubrir lo que realmente sucedió hace cinco años consumía sus días y sus noches, como la llama consume la cera, lenta y tortuosamente. Se aferraba a la esperanza estúpida de encontrar una justificación que pudiera hundir para ella el nombre de Minho. Después de todo, realmente quería intentar odiarlo.

Observo con detenimiento la expresión impresa en los rostros de quienes la rodeaban, con los ojos fijos en cada uno de sus movimientos, dejaron en claro que ella era única esperanza de resolver el caso. Le recordó vagamente la imagen del Atlas sosteniendo el peso del mundo sobre su espalda, era ella la que se posaba de rodillas sobre el suelo peleando con todas sus fuerzas por mantener la última pisca de añoranza que aún corría reacia por sus venas.

Sus ojos chocaron con los de Seungmin, una mirada agria y condescendiente fue lo único que compartieron antes de que Hani se colocara el casco negro sobre la cabeza y bajara el cristal oscuro que terminaba de cubrirle el rostro. Se montó sobre la motocicleta, respiró profundamente y encendió el motor, dejándolo rugir como una bestia a punto de ser liberada de la jaula que lo retuvo por mucho tiempo. 

El familiar hormigueo que le provocaban las vibraciones de la motocicleta encendida activaron la adrenalina congelada en su sistema, sentía la electricidad nutrir de vivaz energía cada rincón de su cuerpo regresándole el oxígeno a los pulmones. Giró las muñecas, las colocó sobre el volante y en menos de un segundo los rostros expectantes de sus compañeros desaparecieron detrás de ella, disueltos por el aire y la velocidad.

PIEZAS DE AJEDRÉZ ✥ Lee KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora