Capitulo 11: ⭑Sin perdón⭑

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Hani miraba atenta la puerta corrediza de su habitación esperando ver cruzar por ella a su doctor, estaba lista para su última revisión con todos esos aparatos chirriantes, por fin se iría a casa

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Hani miraba atenta la puerta corrediza de su habitación esperando ver cruzar por ella a su doctor, estaba lista para su última revisión con todos esos aparatos chirriantes, por fin se iría a casa. 

El cuarto era una solitaria estancia sin Seungmin dando vueltas por ahí como un feroz merodeador, el muchacho la abandonó minutos antes para bajara a la recepción y terminar de rellenar sus documentos para el alta.

Después de días utilizando las finas batas con dibujos geométricos y coloridos que dejaban colar las corrientes de aire incluso por los lugares menos imaginables, por fin tenía puesto su pants favorito y sus cómodos tenis blancos. Era agradable tener algo propio de nuevo.

La mañana desprendía rayos cenicientos opacados por las enormes nubes grises que ocultaban el sol. Seguían siendo días fríos y nublados, resultaba desalentador tener que mirar las gotas de lluvia discurrir por las ventanas como único medio de distracción cuando su mente estaba aprisionada en un solo pensamiento.

Las cosas se encontraban tensas con Seungmin, era imposible no notar las actitudes cohibidas poco comunes en él. Cuando Hani despertó esa mañana encontró la maleta con su ropa en el sofá, Seungmin solo se limitó a saludarla sin mirarla y comenzó una discusión tan rápido como le fue posible.

Él insistía en que Hani aceptara las terapias psicológicas, aún se rehusaba a admitir frente a ella que realmente creía que Minho estaba vivo, tampoco le contó respecto al mensaje de Lee Know o sobre la visita de Bangchan y Jeha. No se atrevió a mirarla a los ojos ni una sola vez, decidió que discutir era la mejor manera de evitar sus preguntas.

Hani rechazó las terapias, no necesitaba que alguien le dijera lo que ya sabía. Era consiente que haber visto morir al amor de su vida le destrozo el alma, pero era aún peor sentarse a escuchar como convertirían su regreso en una vana ilusión fantástica creada por un mecanismo de defensa en su cerebro para evitar el dolor, porque no era cierto, Minho era real. 

Hani no necesitaba consuelo, necesitaba respuestas.

El traqueteo de la puerta la hizo aterrizar sus pensamientos de regreso al presente. El doctor envuelto en su almidonada bata blanca se adentro a la habitación seguido de su ya conocido séquito. La menuda enfermera con rostro malévolo y el alto enfermero de dulces facciones, ambos encargados de cuidar a Hani durante su estancia.

- Señorita Shin.- Saludó el doctor revisando el expediente sobre sus manos.- Interesante mañana ¿No cree? 

Hani miró la ventana, le gustaban los días nublados, solía preparar chocolate caliente y envolverse en alguna manta para disfrutar una tarde de películas o lectura, pero ahora no los encontraba reconfortantes y definitivamente tampoco interesantes.- Probablemente.- Contestó vagamente evitando el tema.

- Comencemos con las pruebas.- Siguió él ignorando el desanimo de su respuesta.- Solo una revisión rutinaria.- Hizo señas a los enfermeros que en seguida se abalanzaron sobre ella. Estetoscopios, monitor de presión, oxímetro, fueron unos de los cuantos nombres que ella logró memorizar durante su estancia.

PIEZAS DE AJEDRÉZ ✥ Lee KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora