the light of darkness | carl grimes.

chapter seven

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Amelie Pov

-Insisto. Estoy segura de que nos siguieron — susurré al entrar a la tienda.

Carl me miro y negó.

-No lo creo — iba a responder pero sentí un ruido. Sin pensarlo lo tome de la mano y nos metimos a una cabina, algo apretada.

Estábamos frente a frente.

-No creo que nos hayan estado siguiendo — yo puse mi mano en su boca.

-No estaba segura de que nos siguieran, pero ahora lo estoy. No por ser cruel Carl, pero yo estuve más tiempo afuera y créeme, se cuando me están siguiendo — el solo asintió a mis palabras y yo saqué mi mano de su boca.

-Estamos muy cerca, no lo crees — si el no me dice no me doy cuenta de lo cerca que estamos.

-Creo que si — dije mientras me acercaba un poco más.

El se acercó más a mi.

Los dos estábamos tan cerca el uno del otro, a tan solo centímetros.

-Creo que quiero besarte en estos momentos — dijo el y yo solo asentí — Creo... creo que yo igual quiero hacerlo — el puso sus manos en mis caderas y yo puse las mías alrededor de su cuello.

El se acercó más a mi, y sentía como nuestras respiraciones chocaban.

A su lado todo el tiempo se volvía más lento para mi, así que sin pensarlo me acerqué y lo besé.

Este era un beso distinto.

Era especial, sentí mil cosas y como nunca.

Al separarnos solo le sonreí.

-Creo que este beso me gustó más que todos — yo solo le sonreí — Creo lo mismo — me acerqué y le di un corto beso en los labios.

-¿Está todo bien contigo? — yo saqué las manos de su cuello y lo mire.

-Esta todo bien conmigo, ¿por que? — el se acercó y acarició mi mejilla — No lo se, es solo que eres muy contradictoria. Me confundes — y lo entendía, porque yo también me confundía a mi misma.

-Carl no se lo que quiero. Al menos en estos momentos no lo se — el asintió.

-Lo entiendo y te esperare, ¿lo sabes? — yo asentí y le sonreí.

-Eso siempre lo supe — abrí el casillero y salimos.

(....)

-Creo que eso es todo — dijo el una vez que ya habíamos llenado nuestras mochilas.

-Deberíamos irnos, ya deben estar preocupados — dijo el.

Yo puse mi mochila en mi espalda y saqué mi cuchillo para llevarlo en mano.

Al salir del negocio solo habían dos caminantes, Carl mato uno y yo el otro.

Íbamos llegando a la camioneta cuando escucho un grito.

-¡Amelie! — sentí como me gritaron y yo solo mire a Carl alarmada.

-¿Escuchaste eso? — el solo asintió, nos acercamos lentamente.

Sentía que nos estaban espiando desde los árboles.

-Ahi — dije apuntando a unos árboles de la orilla. Al acercarnos rápidamente salieron dos personas entre los árboles.