chapter twenty-five

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Amelie Pov

Habían pasado cuatro meses desde el último ataque a la prisión. Cuatro meses desde que mi papá murio y el grupo se separó.

Cuatro meses desde que el pasado volvió a mi.... y esta vez para acabar conmigo.

En estos últimos meses Negan y sus hombres se habían encargado de hacerle saber a todo Atlanta y sus alrededores de que esta vez me encontraba sola.... de que ya no tenía a nadie que me protegiera.

Y eso solo significaba una sola cosa. Venganza. Todos a quienes en algún momento les hice algo van a querer venir por mi, y no precisamente por mi valiosa sangre.... si no por mi cabeza.

Yo sabía que Negan tenía ojos en todas partes, pero nunca pensé que fuera tan literal. Porque si me preguntan a mi, yo ni se como el se entero que estaba nuevamente sola.

Si no hubiera sido por esos folletos que estaban pegados en todas partes, jamás me hubiera enterado de la recompensa que estaban dando por mi.

Meses atrás
(Amelie Pov)

Llevaba a Judith en un fular porta bebés y esta no paraba de llorar.

Estaba perdiendo la paciencia con Judith, ya que hace varias noches no podía dormir, por lo cual estaba agotada y sus llantos no ayudaba mucho.

-Judith por favor para... te lo suplico — dije tratando de mecerla pero no funcionaba. Nada estaba funcionado con ella.

Empezamos a caminar cuando escuchamos un auto.

Iba a esconderme, pero en ves de eso preferí esconder a Judith.

El auto freno y el hombre se bajo.

-¿Necesitas ayu..? — la oración quedó en el aire porque el no alcanzó a terminar, rápidamente tomo un papel tipo folleto de su auto.

El hombre no hablaba, solo miraba el folleto y luego a mi... así estuvimos los dos últimos minutos.

Estaba empezando a asustarme, y aún más cuando el dijo mi nombre.

-¿Amelie Greene? — al instante en el que pregunto mi nombre me puse seria.

-¿Para quien? — pregunte.

-Para Negan — al instante en el que dijo ese nombre tome mi arma y lo apunte, pero para mi sorpresa el también me estaba apuntando.

-¿Como sabes mi nombre? — el hombre seguía sin bajar la guardia.

-Más de medio atlanta debe saber tu nombre Amelie, y más de una persona debe venir por ti — dijo mientras sacaba el seguro de su arma.

El no bajaría el arma así que solo me quedaba una jugada. Psicología Inversa.

-¿Me mataras? — pregunte.

-No, pero si pones fuerza te dispararé. Por alguna extraña razón sirves más viva que muerta — dijo el hombre.

Yo baje mi arma y el me miro extrañado.

-No jugarás conmigo Amelie... el folleto ya me advirtió sobre tus habilidades para manipular a los demás — yo asentí rápidamente.

-No estoy tratando de jugar a nada contigo, pero estoy segura que esa arma no tiene un cargador con balas — y al instante el disparo hacia el cielo.

A los segundos Judith se puso a llorar. Bingo.

-¿Que es eso? — miró alarmado al lugar de donde provenía el llanto.

the light of darkness | carl grimes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora